Los Uros son islas flotantes porque están construidas a base de una caña llamada totora y lacha, estos al correr del tiempo entretejen sus raíces, formando una capa natural llamada Khili, el que fluctúa entre 1 y 2 metros de espesor, los habitantes deben apontanarla con totora cada tres meses aproximadamente, esto hace del caminar para el turista algo emocionante por la sensación de hundimiento que se percibe, las chozas donde viven son hechas a base de totora, la parte superior es impermeable debido a que su techo es en forma de balsa invertida.
Se dedican principalmente a la caza y a la pesca, disecan animales (aves y peces) construyen balsitas de totora, igualmente las mujeres elaboran tejidos y tapices de lana que ofrecen a los turistas, tiene una pericia admirable desde pequeños para pasear y conducir balsas de totora.
Los uros habitantes descendientes de un pueblo milenario que según sus leyendas son pukinas que hablan el uro o pukina, se consideran dueños del Lago y del agua, decían tener sangre negra por no sentir el frío, asimismo dicen llamarse Lupihaques (hijos del sol), hoy aunque no practican el idioma uro , ni practican sus viejas creencias conservan algunas costumbres y tienen su misma vitalidad.
Los uros de hoy que siguen viviendo en las islas flotantes son una atracción turística de primer orden, ahora han evolucionado y tienen escuelas en sus enormes balsas, cuentan con un centro comunitario.
La única vía de acceso es el transporte lacustre mediante lanchas a motor, botes a remo y balsas de totora, el viaje tiene una duración aproximada de 30 minutos de acuerdo al medio de transporte que se utiliza. Dichos vehículos son cómodos y salen del puerto de Puno todos en forma diaria a partir de las 8:00 a.m., haciendo varios viajes al día.
