Uno de los sitios que debemos visitar estando en Lima, Perú, es la Basílica Catedral de Lima y primada del Perú, ese es el nombre completo de un majestuoso edificio ubicado en el centro histórico de esta capital sudamericana.
Francisco Pizarro, el famoso y temible conquistador, es el que decide construir una iglesia en la que él llamaba la Ciudad de los reyes, así que la primera piedra de pone allí en 1535 terminándose el primer templo en 1538, pero la importancia creciente de la ciudad hace que el entonces papa Paulo III emita una bula que autoriza la construcción de una catedral en Lima y esta empieza a construirse en 1542. Tal construcción avanza lentamente, se daña por un terremoto, se vuelve a construir y un nuevo terremoto acaba con ella.
Así, en 1755 comienza una reconstrucción que se lleva a cabo en tres etapas y que termina en 1787 con la construcción de las torres campanarios que vemos hoy alzarse al cielo. Lamentablemente el siglo XIX no fue muy bueno para el edificio y en 1893 debió cerrarse por su estado lamentable hasta que después de algunos trabajos de conservación en 1893 abrió sus puertas la catedral que podemos visitar hoy día.
La Catedral de Lima hoy tiene varios estilos arquitectónicos y combina el estilo renacentista, una portada de estilo plateresco, bóvedas góticas de crucería, algunos altares neoclásicos y demás, así que podemos decir que el edificio es una verdadera síntesis de estilos arquitectónicos que hablan de su larga y agitada historia. Tiene 3 naves y 3 naves adicionales con capillas. La fachada tiene tres portadas como cualquier catedral y en su interior a lo largo de las naves laterales vemos cuadros enormes del Vía Crucis, varias capillas, una pila bautismal, la sacristía, distintos bajorrelieves y cuadros, un púlpito neoclásico y la misma cripta de Francisco Pizarro.
Hoy la Catedral de Lima es Patrimonio de la Humanidad y visita obligada de todo aquel visitante que venga a conocer los misterios y maravillas de esta ciudad.