Existe una ciudad donde la primavera no se va. Esta ciudad goza de esta estación por todo el año, razón por la cual cualquiera puede llegar y sentir que está en casa. La ciudad lleva por nombre Trujillo (no confundir con la ciudad española) y está en una zona que no deberías dejar de visitar cuando viajes a Peru. A Trujillo nadie puede negarle el calificativo de impresionante. Si eres alguien que busca historia la encontrarás, si busca playas las hallarás, si busca engreír la vista con la arquitectura también podrás, si piensas bailar igualmente.
Piensa en la arquitectura virreinal, en las enormes catedrales construidas para venerar al Santísimo, en las figuras religiosas que guardan en su interior, en pinturas que cuelgan de lo más alto de las iglesias, en los campanarios enormes que te despierta a anunciarte que hoy hay misa, en la Plaza de Armas que visitas y desde donde observas las viejas casonas que aún resisten al tiempo.
Cree ver la ciudad de barro más grande de América, llegar a ella y preguntarte porque a pesar de los cientos de años sigue allí, porqué la puedes recorrer en este momento y podrás hacerlo años más tarde. O lanzarte la pregunta clásica: ¿Quién lo hizo? Pero dejaras las preguntas para después y recorrerás con tus ojos las figuras trazadas en sus paredes de barro, en esos dibujos y trazos tan inusuales y quedarás prendido de Chan Chan, la antigua ciudad de barro.
Imagina a un hombre enterrado con sus más grandes tesoros que ha tenido en vida., con toda su indumentaria cubierta del oro más brillante, acompañado en su fardo funerario por un perro que haría de guardián, por dos soldados que lo cuidarían por su paso por el más allá, por sirvientes, por todo aquello que necesitaría para otra vida fuera de este mundo. En Trujillo es posible ver ello, solo tiene que visitar las tumbas reales del Señor de Sipán.
Disfruta de Huanchaco y la leyenda que encarna sus aguas, la leyenda de Tacaynamo, el hombre que vino desde lo más lejano en una embarcación y fundó las tierras que has visitado. Date un paseo en los caballitos de totora, embarcaciones originales de estas playas, que te llevan hacia lo más profundo del mar aquietando la vista por su espectacular recorrido. Báñate de felicidad en sus olas, practica algún deporte, haz lo que quieras, y siempre tendrás la seguridad de divertirte en Trujillo, donde se conjuga la historia, la belleza de su arquitectura virreinal y sus paradisíacas playas.