En medio de la soledad de la puna, en nuestra cordillera andina, en una extensión de sesenta kilómetros cuadrados, se halla uno de los espectáculos más maravillosos que la naturaleza pueda brindar a la vista del hombre. Se trata de un enjambre pétreo, de un laberinto de moles rocosas de formas caprichosas y fantasmagóricas. Enormes piedras que semejan figuras sacadas de una exposición escultórica.
Es el “Bosque de Piedra” de Huayllay, lugar ubicado en las cercanías del pintoresco pueblo del mismo nombre, perteneciente a la región Pasco.
Este lugar constituye realmente una monumental obra de arte, en la cual la mano maestra ha sido la naturaleza misma, que a través de siglos y siglos, ha ido esculpiendo en sus enormes rocas, toda una gama de formas y tamaños.
Huayllay, en quechua quiere decir “la floresta”, lo cual tal vez es síntoma de que los antiguos peruanos (los incas) vieron en estas deformaciones geológicas también “un bosque”. Este pintorésco e impresionante lugar, es un patrimonio invalorable que posee el Departamento de Pasco. Es un centro de atracción turística de primera magnitud, de una belleza tal que supera ampliamente en majestuosidad y volumen, al famoso “Jardín de los Dioses”, del Colorado, en los Estados Unidos de Norteamérica. Ya en 1620, los jesuítas Francisco Patiño y Alejo Ortiz, daban cuenta de este Valle de Piedras Encantadas y del respeto que infundía entre quienes transitaban por él.
Sobre su origen existen diversas teorías. Por ejemplo, se dice que es el resultado de un sistema de montañas desprendidas de la Cordillera de los Andes; también que es un cuello volcánico por la porosidad que presentan sus piedras, que semeja la lava solidificada; y otras opiniones más osadas, lo describen como una isla surgida durante el diluvio universal.
Según la versión de un artículo publicado hace algún tiempo en un diario capitalino, se trata de una inmensa formación de tufos, es decir, de capas consolidadas de cenizas volcánicas, acumuladas allí después del último apogeo volcánico de los Andes Centrales, muy afectadas por el “intemperismo” o “meteorización”, términos con que señalan los geólogos a la acción de los agentes atmosféricos sobre las rocas, incluso sobre las más duras y resistentes, lo cual ha dado origen al “bosque” esculpiendo las más extrañas figuras. Completando la acción de estos agentes, el agua ha trabajado allí con singular decisión; pero no el agua de las lluvias, cuya participación es relativamente discreta, sino el agua resultante de la fusión de los hielos que hace miles de años cubrieron, formando un casquete o colosal losa, las partes altas de la cordillera, desde el nivel de los 3,500 ó 3,800 metros.
SANTUARIO NACIONAL DE HUAYLLAY
El Santuario Nacional de Huayllay se estableció el 7 de agosto de 1974, mediante Decreto Supremo n.º 0750-74-AG. Está ubicado en el corazón de la Meseta de Bombón, con el fondo escénico de la Cordillera de Huayhuash en el departamento de Pasco, provincia de Pasco,Perú. Tiene una extensión de 6.815 ha.
Es el “Bosque de Piedra” de Huayllay, lugar ubicado en las cercanías del pintoresco pueblo del mismo nombre, perteneciente a la región Pasco.
Este lugar constituye realmente una monumental obra de arte, en la cual la mano maestra ha sido la naturaleza misma, que a través de siglos y siglos, ha ido esculpiendo en sus enormes rocas, toda una gama de formas y tamaños.
Huayllay, en quechua quiere decir “la floresta”, lo cual tal vez es síntoma de que los antiguos peruanos (los incas) vieron en estas deformaciones geológicas también “un bosque”. Este pintorésco e impresionante lugar, es un patrimonio invalorable que posee el Departamento de Pasco. Es un centro de atracción turística de primera magnitud, de una belleza tal que supera ampliamente en majestuosidad y volumen, al famoso “Jardín de los Dioses”, del Colorado, en los Estados Unidos de Norteamérica. Ya en 1620, los jesuítas Francisco Patiño y Alejo Ortiz, daban cuenta de este Valle de Piedras Encantadas y del respeto que infundía entre quienes transitaban por él.
Sobre su origen existen diversas teorías. Por ejemplo, se dice que es el resultado de un sistema de montañas desprendidas de la Cordillera de los Andes; también que es un cuello volcánico por la porosidad que presentan sus piedras, que semeja la lava solidificada; y otras opiniones más osadas, lo describen como una isla surgida durante el diluvio universal.
Según la versión de un artículo publicado hace algún tiempo en un diario capitalino, se trata de una inmensa formación de tufos, es decir, de capas consolidadas de cenizas volcánicas, acumuladas allí después del último apogeo volcánico de los Andes Centrales, muy afectadas por el “intemperismo” o “meteorización”, términos con que señalan los geólogos a la acción de los agentes atmosféricos sobre las rocas, incluso sobre las más duras y resistentes, lo cual ha dado origen al “bosque” esculpiendo las más extrañas figuras. Completando la acción de estos agentes, el agua ha trabajado allí con singular decisión; pero no el agua de las lluvias, cuya participación es relativamente discreta, sino el agua resultante de la fusión de los hielos que hace miles de años cubrieron, formando un casquete o colosal losa, las partes altas de la cordillera, desde el nivel de los 3,500 ó 3,800 metros.
SANTUARIO NACIONAL DE HUAYLLAY
El Santuario Nacional de Huayllay se estableció el 7 de agosto de 1974, mediante Decreto Supremo n.º 0750-74-AG. Está ubicado en el corazón de la Meseta de Bombón, con el fondo escénico de la Cordillera de Huayhuash en el departamento de Pasco, provincia de Pasco,Perú. Tiene una extensión de 6.815 ha.
Uno de los atractivos del Santuario es el Bosque de Piedra Huayllay, una zona rocosa en la que los procesos erosivos, ocasionados por el viento, el agua y el desplazamiento de glaciares han generado numerosas formaciones escultóricas muy atractivas.
Es como un inmenso oasis petrificado en medio de una desolada y fría puna. En este lugar, la infatigable naturaleza ha esculpido figuras de hombres, animalales y muchas otras variadas y caprichosas formas, tales como portadas de diferentes dimensiones, desde la más pequeñas hasta las más grandes por las que puede pasar tranquilamente un jinete sobre su cabalgadura. También podemos encontrar pinturas ruprestes.
Es una de los mejores museos geológicos del mundo. Se afirma que por su extensión y tipo de formación es tan interesante como el Jardín de los Dioses, en los Estados Unidos o el Bosque de Piedras de Shilin, en la República Popular China. En medio del bosque de piedra existe una hermosa fuente de agua termal con propiedades curativas, que llega a más de 60 °C de temperatura y se ubica a 4.000 msnm
Entre las formaciones rocosas existen parajes de pastos compuestos principalmente por plantas de la familia de las Poáceas y otras como Asteráceas, Brassicaceae, Ciperáceas, etcétera. La única especie arbórea existente dentro de los límite del santuarios el queñual (Polylepis sp.). Entre las especies semileñosas tenemos la huamanpinta (Chuquiraga spinosa), la putaga (Rumex peruvianus) y la mata mata o pargash (Tafalla Thujoides).
La fauna silvestre está representada por mamíferos como el venado (odocoileus sirginianus), la vicuña (vicugna vicugna), la vizcacha (Lagidium peruanun), el gato montés (Oncifelis colocolo) el zorrillo (Conepatus chinga). Entre las aves podemos citar al gavilán (Buteo sp.) y la perdiz (Nothoprocta ornata, Tinamotis pentlandii).
El objetivo principal del Santuario es proteger las formaciones geológicas del Bosque de Piedras de Huayllay, así como su flora y fauna nativas.