Hallazgo de tesoros preincaicos en Perú.
Las civilizaciones precolombinas que vivieron en la zona de lo que hoy es el Perú, siempre son uno de los centros de estudios e investigación de los arqueólogos de todo el mundo y continúan maravillándonos con sus hallazgos y con los aportes de información sobre la cultura de estos pueblos que se deduce a partir de dichos descubrimientos.
Arqueólogos de la Universidad de California descubrieron tres tumbas intactas, de 1500 años de antigüedad, en una pirámide de la civilización preincaica moche o mochica.
Cada una de las tres tumbas estaba acompañada por una tumba en miniatura que contenía una estatuilla de cobre representando al muerto, y otros objetos idénticos a los de la tumba principal, pero en miniatura. En una de las tumbas, se hallaron además grandes cantidades de metales preciosos.
Lo más sorprendente es que los tres muertos eran verdaderos gigantes entre el pueblo moche, que se caracterizaba por su baja estatura. La altura de los moches oscilaba entre 1,45 y 1,50 metros. Estos muertos miden entre entre 1,75 y 1,80 metros.
Los esqueletos eran muy delgados y frágiles y presentaban por lo menos una malformación parcial. Sufrirían algún tipo de malformación genética, probablemente el síndrome de Marfan, una enfermedad congénita que se caracteriza por el excesivo desarrollo de las extremidades y los dedos de manos y pies, así como por trastornos cardíacos. Según los investigadores, seguramente se los consideraba seres excepcionales y no se los despreciaba.
Las tumbas se encontraron en Dos Cabezas, el primer gran asentamiento de la antigua cultura moche. Esta localidad se halla ubicada en la desembocadura del río Jaquetepequa, a unos 60 kilómetros al sur de Sipán.
La cultura moche se desarrolló en las planicies desérticas entre los Andes y el Pacífico, entre los años 100 y 800 después de Cristo.
Era un pueblo eminentemente agrícola que probablemente se haya trasladado a la planicie peruana procedente de América Central. Esta cultura se destacó por su sofisticación: levantaban grandes pirámides de ladrillos de barro secados al sol, donde luego depositaban a sus muertos ilustres. También creaban hermosos objetos de oro, plata y cobre. Si bien aparentemente no tenían una lengua escrita, sus objetos están decorados con escenas de caza, pesca, lucha, ceremonias y relaciones sexuales.
Su desaparición de la región es aún un misterio, aunque se supone que se debió en parte a causa de una larga sequía que afectó la zona, acompañada de inundaciones. Finalmente fueron reemplazados por los incas en la región.