Este artículo consta de dos partes: la primera estuvo dedicada al planeamiento urbano arquitectónico de Machu Picchu y su relación con el paisaje. Este post revisa aspectos relativos a su ingeniería, características geológicas, construcción y planeamiento agrícola e hidráulico.
TECNOLOGÍA AGRÍCOLA EN MACHU PICCHU
Federico Kauffman Doig ha expuesto en una serie de escritos las dificultades que los antiguos peruanos hubieron de sobrellevar para conseguir cubrir la cuota de alimentos que su crecimiento poblacional demandaba. En efecto, a las poco favorables condiciones del territorio peruano para la agricultura (una costa árida, una sierra agreste y una selva casi inexpugnable) se sumaban los frecuentes fenómenos que sufre el territorio peruano: terremotos, sequías, fenómeno del Niño, deslizamientos, etc. Acaso sea ésta –sugiere Kauffman- la razón del mayor desarrollo cultural en esta parte del continente, ya que los antiguos peruanos hubieron de desarrollar complejas tecnologías y organizadas estructuras socio-religiosas que permitieran sacar provecho máximo a la tierra aun en condiciones adversas.
Entendiendo la expansión agrícola como un objetivo fundamental de los incas, Kauffman propone que Machu Picchu era “un importante centro de administración de la producción agraria”, sustentado en la necesidad de ampliar la frontera agrícola hacia los Andes Amazónicos. Sin embargo análisis ejecutados por el paleohidrólogo Kenneth R. Wright, habrían llevado a la conclusión de que las áreas cultivables en Machu Picchu abastecían sólo a 55 personas, por lo que los alimentos habrían sido traído de otros lados. Kauffmann, basado en estudios de Ann Kendal, sugiere que Machu Picchu habría sido parte de una serie de centros agro-cultistas, como Huiñayhuina o Intipata, ubicadas en la misma comarca.
En toda la ciudad existen más de 600 terrazas o andenes, las que no sólo tuvieron fines agrícolas sino fundamentalmente sirvieron como cuñas para prevenir deslizamientos. En promedio, las terrazas tenían entre 2 metros de ancho y 3.5 de alto, definidas por un muro de piedra. En su interior, diferentes capas de suelo garantizaban un buen escurrimiento durante las fuertes lluvias de la selva amazónica. En la base inferior había un relleno de piedra que proveía estabilidad y un fácil flujo de agua. Sobre ellas había una capa de piedras más pequeñas, otra capa de grava y otra de arena. Finalmente éstas se cubrían con tierra de cultivo, que frecuentemente alcanza un espesor de un metro y que probablemente haya sido traída desde el valle al fondo de la quebrada.
LA ZONA AGRÍCOLA
Ubicada al inicio del conjunto, en la zona sureste, la zona agrícola es un grupo de terrazas que limita con el foso seco. Según el arqueólogo Luis Lumbreras, “más que un simple espacio agrícola, la habilitación del sector agrícola fue una obra que sometió la función alimentaria a las demandas de los valores estéticos. Si a eso se combina que junto al maíz o a la coca -que con seguridad los incas sembraban en esos andenes- crecían también las orquídeas y otros colores y aromas, las terrazas agrícolas eran mucho más que sólo eso”.
En la zona agrícola también existen algunas construcciones:
Almacenes
Estos almacenes o colcas están ubicados en forma escalonada, sus techos han sido reconstruidos por los arqueólogos para ofrecer una visión de cómo habría sido Machu Picchu originalmente.
Corrales de llamas
Dado que se han encontrado muchos restos orgánicos de auquénidos, se cree que, a la usanza andina, éstos eran recintos de forma rectangular con entradas estrechas donde se confinaban a estos animales.
Casa del vigía
Ubicada en lo alto de la zona agrícola, goza de estupendas visuales sobre la ciudadela. Cerca de allí hay un cementerio y una roca ceremonial.
DOMESTICACIÓN DE FALLAS GEOLÓGICASEl notable geólogo brasileño Rualdo Menegat ofrece una interesante interpretación del rol de las fallas geológicas en la estructuración del paisaje, así como en la ubicación y edificación de sus ciudades incas. Menegat basa su hipótesis en el hecho de que las fallas son signos importantes en el paisaje y por cuestiones vitales, ya que donde hay cruce de fallas hay abundancia de material de construcción, es más fácil modelar el terreno y hay abundancia de acuíferos.
En efecto, Machu Picchu presenta numerosas fallas geológicas y abundantes fracturas de roca. Las dos fallas principales son llamadas Machu Picchu y Huayna Picchu, que forman un bloque en forma de cuña sobre la que se asienta la ciudadela. Este sistema de fallas determina la topografía en el santuario y su orientación puede ser identificada alineando la casi vertical cara noroeste de Machu Picchu con los tramos lineales del río Urubamba a lo largo del flanco sudeste de Putucusi.
En efecto, Machu Picchu presenta numerosas fallas geológicas y abundantes fracturas de roca. Las dos fallas principales son llamadas Machu Picchu y Huayna Picchu, que forman un bloque en forma de cuña sobre la que se asienta la ciudadela. Este sistema de fallas determina la topografía en el santuario y su orientación puede ser identificada alineando la casi vertical cara noroeste de Machu Picchu con los tramos lineales del río Urubamba a lo largo del flanco sudeste de Putucusi.
Menegat propone que los incas tenían un amplio conocimiento de la matriz del lugar, es decir los elementos geológicos y geomorfológicos del paisaje, tanto a una macro escala (al situar las ciudades en las zonas seguras en lo alto de las montañas, analizar las escorrentías, y organizar la ciudad de acuerdo a zonas topográficas) como microescala (al tallar la piedra entendiendo la dirección de las fracturas geológicas de la misma).
Sugiere además que en lugar de utilizar una geometría euclidiana, los incas usaban una “petrometría” es decir, seguían la lógica de la piedra. Por ejemplo en el templo de las 3 Ventanas, las piedras de la base tienen patrones más irregulares que en la parte superior.
Sugiere además que en lugar de utilizar una geometría euclidiana, los incas usaban una “petrometría” es decir, seguían la lógica de la piedra. Por ejemplo en el templo de las 3 Ventanas, las piedras de la base tienen patrones más irregulares que en la parte superior.
Templo de las tres ventanas (pueden verse las dos hornacinas laterales cubiertas posteriormente). Obsérvese como el ensamblaje de los bloques de piedra obedece a la tectónica de los mismos y no a una geometría particular.
LAS HUACAS, COMUNIÓN ENTRE HOMBRE Y NATURALEZA.
Los apus o divinidades de las montañas eran profundamente reverenciados por los incas, especialmente si estos tenían alguna referencia figurativa que evocara a algún ser divino (hemos mostrado aquí el caso del cerro Pinkuylluna en Ollantaytambo). En ese sentido se ha asocialdo el contorno del Huayna Picchu con un perfil humano, aunque sinceramente he encontrado esta referencía más entre la tradición popular que entre los estudios de los investigadores.
Perfil del Inca en Machu Picchu, donde la nariz sería el Huayna Picchu y el mentón el Uña HuaynaPicchu. Frecuentemente he encontrado esa imagen distorsionada artísticamente con fines turísticos, así que ésta es una foto real, tomada al amanecer, cuando las sombras contrastan más nítidamente el perfil de la montaña. Foto cortesía de eugene.
Sin embargo creo que las referencias de las montañas en la planeación de Machu Picchu conforman un sistema mucho más complejo que abarca las cadenas montañosas y los nevados circundantes. En ese sentido, la investigadora Lee Anne Hurt, asistente encargada de la galería de Arte Americano Antiguo del Museo de Bellas Artes de Virginia, EEUU, en su tesis de doctorado realiza un interesante estudio acerca del significado de las huacas como vínculos entre las montañas o apus y la ciudad y como un elemento importante en la planificación de Machu Picchu. Hurt documenta de manera exhaustiva y sistemática 122 huacas en los diversos sectores de la ciudadela, demostrando no sólo el carácter sagrado de la misma, sino su minuciosa planificación por parte de sus constructores.
Las huacas o rocas sagradas, fueron entendidas como nexos metafísicos entre el mundo sobrenatural y los humanos y han sido documentadas por diversos cronistas y autores, entre los que destacan los gráficos de Huamán Poma de Ayala y el Manuscrito de Huarochirí.
Basándose en estas fuentes y en un minucioso trabajo de campo, Hurt analiza el rol que tenían las huacas como referentes del entorno montañoso, estudiando la relación entre observador-huaca-paisaje desde diferentes posiciones: de pie, sentada y de rodillas, descubriendo diferentes relaciones visuales en cada una de ellas. En ese sentido las huacas definen un lugar sacro (el sitio al que apuntan) un lugar profano (al que le dan las espaldas) y un lugar ritual, que se halla en medio de ambos.
Diferentes percepciones de la misma huaca con el paisaje: A) de pie B) de rodillas. La relación visual y la mímica del cerro Putucusi es más clara al hincarse.
Fotos cortesía de L.A.Hurt
Fotos cortesía de L.A.Hurt
Hurt categoriza las huacas como “Marca” (cuando tienen algún alineamiento con un elemento del paisaje), “Cámara” (un recinto), “Repositorio” (donde se guardaba o depositaba algo), “Incrustrada”, “Encerrada” y “Autónoma” (cuando se ubica de manera aisalada). En algunos casos una huaca puede contener más de una categoría.
El mérito de Hurt es entender a Machu Picchu como parte de un sistema paisajístico mucho mayor y al mismo tiempo dar cuenta de las sutilezas locales e incluso de las coreografías rituales de sus habitantes. Más aún, su investigación ofrece un mayor entendimiento del rol de las huacas en la cosmogonía Inca y subraya el carácter sagrado de la ciudadela.
El mérito de Hurt es entender a Machu Picchu como parte de un sistema paisajístico mucho mayor y al mismo tiempo dar cuenta de las sutilezas locales e incluso de las coreografías rituales de sus habitantes. Más aún, su investigación ofrece un mayor entendimiento del rol de las huacas en la cosmogonía Inca y subraya el carácter sagrado de la ciudadela.
EL MANEJO DEL AGUA
El sistema de fallas geológicas también influenció la ubicación del manantial ubicado en la parte norte de la montaña a 2458 m, ya que la permeabilidad de aquél permite la infiltración de las aguas de lluvia, que emergen en esta poza, proveyendo una fuente de agua perenne para la ciudad. Y es que antes de crear cualquier asentamiento, era fundamental asegurar un abastecimiento de agua potable.
Con este fin los incas hicieron un sistema de recolección consistente en una pared de piedra de 14.6 m de longitud y 1.4 m de alto. El agua se filtra a través de la pared y va a dar a una zanja de piedra de alrededor de 0.8 m de ancho. Una fuente secundaria entra al canal más o menos 80 m al este de la fuente principal. El agua discurre a lo largo de un canal de 749 m de longitud, 10 a 12 cm de ancho, 10 a 16 cm de profundidad, y 3% de pendiente, con una capacidad de 300 l-min. De acuerdo al arqueólogo peruano Alfredo Valencia y el ingeniero estadounidense Kenneth Wright, el diseño del canal determinó la ubicación de la residencia del emperador y la distribución general de la ciudad.
Pero las fuentes no tenían únicamente un rol utilitario sino también ceremonial, ya que el agua era considerada una deidad principal dada su importancia en la agricultura. 16 fuentes litúrgicas o pakchas conforman una calle sagrada ubicada entre el Templo del Sol y el Palacio Real.
Con este fin los incas hicieron un sistema de recolección consistente en una pared de piedra de 14.6 m de longitud y 1.4 m de alto. El agua se filtra a través de la pared y va a dar a una zanja de piedra de alrededor de 0.8 m de ancho. Una fuente secundaria entra al canal más o menos 80 m al este de la fuente principal. El agua discurre a lo largo de un canal de 749 m de longitud, 10 a 12 cm de ancho, 10 a 16 cm de profundidad, y 3% de pendiente, con una capacidad de 300 l-min. De acuerdo al arqueólogo peruano Alfredo Valencia y el ingeniero estadounidense Kenneth Wright, el diseño del canal determinó la ubicación de la residencia del emperador y la distribución general de la ciudad.
Pero las fuentes no tenían únicamente un rol utilitario sino también ceremonial, ya que el agua era considerada una deidad principal dada su importancia en la agricultura. 16 fuentes litúrgicas o pakchas conforman una calle sagrada ubicada entre el Templo del Sol y el Palacio Real.
EL SISTEMA DE DRENAJE
Wright y Valencia sugieren que el secreto de la longevidad de la ciudadela reside en su sistema de drenaje, afirmando incluso que es éste el elemento más importante de la ciudad y en el que el Inca enfocó el 60 % de sus esfuerzos, aunque yazca enterrado bajo tierra.
Los investigadores proponen 8 componentes principales en el sistema de drenaje:
1. Un drenaje principal centralizado, llamado Foso Seco y que separa la zona agrícola de la urbana
2. Drenaje de los andenes con buenas pendientes longitudinales que desembocan en el drenaje longitudinal.
3. Drenaje subterráneo de las terrazas, consistente en pedazos de rocas de baja calidad, superpuestas con capas de grava y arena (ver figura)
4. Superficie de drenaje en áreas con césped para escurrir el agua de los techos inclinados y las plazas.
5. Canales de drenaje combinados con escaleras, veredas o interiores de templos.
6. Una capa profunda de trozos de roca debajo de las plazas para permitir la escorrentía de áreas tributarias.
7. Un buen sistema consistente en 129 tomas de drenaje, distribuidos en muros de contención y de construcción.
8. Cuevas subterráneas estratégicamente usadas para descarga de drenaje.
Los investigadores proponen 8 componentes principales en el sistema de drenaje:
1. Un drenaje principal centralizado, llamado Foso Seco y que separa la zona agrícola de la urbana
2. Drenaje de los andenes con buenas pendientes longitudinales que desembocan en el drenaje longitudinal.
3. Drenaje subterráneo de las terrazas, consistente en pedazos de rocas de baja calidad, superpuestas con capas de grava y arena (ver figura)
4. Superficie de drenaje en áreas con césped para escurrir el agua de los techos inclinados y las plazas.
5. Canales de drenaje combinados con escaleras, veredas o interiores de templos.
6. Una capa profunda de trozos de roca debajo de las plazas para permitir la escorrentía de áreas tributarias.
7. Un buen sistema consistente en 129 tomas de drenaje, distribuidos en muros de contención y de construcción.
8. Cuevas subterráneas estratégicamente usadas para descarga de drenaje.
Típicas tomas de drenaje superficial en las paredes de Machu Picchu
Imagen cortesía de WaterHistory.org
Imagen cortesía de WaterHistory.org
¿MACHU PICCHU EN PELIGRO DE COLAPSAR?
En 2001, un equipo de geólogos del Instituto de Investigación de Prevención de Desastres la Universidad de Kioto, liderados por el profesor Kyoji Sassa, llevó a cabo una serie de estudios determinando que el suelo bajo la ciudadela de Machu Picchu se está moviendo. De acuerdo a los científicos japoneses, quienes enterraron instrumentos en las laderas alrededor de la ciudadela, hay alarmantes signos de que habría riesgo de un deslizamiento de la montaña, ya que incluso algunas de las piezas de albañilería inca se están separando. Presionar aquí para ver el informe en inglés.
Zonas susceptibles de deslizamiento según el equipo de la Universidad de Kyoto
Foto cortesía de H. Shuzui
Foto cortesía de H. Shuzui
Sin embargo, varios científicos como Gary R. Ziegler han tildado de alarmistas estos estudios. Ziegler afirma que si bien hay movimiento en la zona, es un “hundimiento gradual” que implica varios millones de años. En efecto, si se comparan las fotos de Bingham de hace casi un siglo no hay mayor cambio en las estructuras (salvo en la zona del hotel). Además, hay escasos ejemplos de que montañas de granito sólido como Machu Picchu-Huayna Picchu se hayan venido abajo dentro del lapso que lleva la historia humana. Finalmente, el área parece estar fuera de la zona de terremotos que sacudieron Cuzco y otras áreas, así como lejos de volcanes activos.
Comparación que muestra que la separación de las piedras en algunas zonas es prácticamente la misma luego de 41 años.
Fotos cortesía de G. Ziegler.
Fotos cortesía de G. Ziegler.
Con cierta ironía, Ziegler concluye: “Respetuosamente propongo que los magníficos trabajos de ingeniería en Machu Picchu se mantendrán intactos por mucho más tiempo que el Casándrico equipo japonés que predice su inminente destrucción”.
Por el bien de las ruinas, esperemos que tenga Ziegler razón, no obstante no está demás que las autoridades pertinentes estén alerta, especialmente ahora que al haber sido elegido como una de las 7 nuevas maravillas, se espera que Machu Picchu va a recibir una mayor carga de turistas.
Por el bien de las ruinas, esperemos que tenga Ziegler razón, no obstante no está demás que las autoridades pertinentes estén alerta, especialmente ahora que al haber sido elegido como una de las 7 nuevas maravillas, se espera que Machu Picchu va a recibir una mayor carga de turistas.