Aún no conseguiamos boleto para ir a Macchu Picchu, así que decidimos aprovechar el tiempo libre yendo a Ollantaytambo. El trayecto dura aproximadamente 2 horas en colectivo, la verdad no recuerdo cuanto cobraba pero no era muy caro. El camino hacia el valle sagrado es serpenteante y la verdad marea un poco, pero esto es gratamente recompensado por paisajes dignos de postal.
El Nevado Chicón domina imponente el paisaje a la altura del poblado de Chinchero, (por mas que lo intente no pude tomarle nunca una buena foto, la que aqui aparece la baje de internet
El camino se vuelve aún mas serpenteante cuado nos aproximamos al poblado de Urubamba. Luego es casi recto, pues sigue la ribera del rio del mismo nombre, adentrandose en el Valle Sagrado de los Incas , una vez mas no se si es idea mia pero en la atmosfera se percibe harta vibra positiva.
El camino se vuelve aún mas serpenteante cuado nos aproximamos al poblado de Urubamba. Luego es casi recto, pues sigue la ribera del rio del mismo nombre, adentrandose en el Valle Sagrado de los Incas , una vez mas no se si es idea mia pero en la atmosfera se percibe harta vibra positiva.
La entrada al poblado de Ollantaytambo es bastante pintoresca y le da a uno la impresion de haber retrocedido en el tiempo, con sus paredes y canales de roca a un lado del camino. Debo decir que el poblado nos es muy grande , abarca un poco mas que la plaza y las ruinas en sí, almorzamos trucha en uno de los restaurantes de la plaza.
Lo primero que ve uno al entrar en las ruinas es una escalera gigantesca, ya desde arriba el paisaje es muy colorido y gratificante, se cree que el complejo arqueológico de Ollantaytambo fue un centro militar, religioso y agrícola, razón por la cual se ubica estrategicamente dominando el valle sagrado.