sábado, 3 de octubre de 2009

SILLUSTANI - PUNO

Eternas tumbas de Piedra

" ¿Sólo fueron tumbas?, preguntan los investigadores, los arqueólogos, los viajeros que ametrallan a sus guías con infinidad de cuestionamientos. Tuvieron un uso sepulcral, responden algunos; otros, van más allá, y aseguran que son viviendas-túmulos, es decir, una morada compartida entre vivos y muertos"

 

En una meseta altiplánica, a más de 30 kilómetros al norte de Puno, se encuentra Sillustani, una de las necrópolis más grandes del mundo. Rodeado de un paisaje de impactante belleza, que parece resumirse en las aguas serenas de la laguna Umayo, el complejo arqueológico destaca por sus gigantescas "chullpas" (especies de torres de piedra), edificadas por collas e incas, para enterrar a sus muertos.
Algunas a medio caer, otras de pie como torres de ajedrez resistiendo el paso del tiempo. El tablero se dibuja naturalmente, pero no en tonalidades bicolores. Acá hay más matices: el tímido verdor del ichu (pasto andino), el reflejo esmeralda de la laguna de Umayo o la triste opacidad de las "chullpas" de piedra.

En medio de estas pampas altiplánicas, a más de 3,900 m.s.n.m., el silencio ha encontrado su reino y el viento arrecia con fuerza, como si quisiera perturbar el descanso de esos antiquísimos torreones de piedra o "chullpas" de Sillustani, una de las necrópolis más extensas del mundo, localizada a 34 kilómetros de Puno, la antigua ciudad que se extiende en las orillas del lago Titicaca.

La serena y desolada belleza de la puna envuelve a estas moles funerarias. Sus arquitectos, verdaderos maestros en el arte de erigir colosos de piedra, escogieron para su obra más grande una espectacular escenografía: una cima frente a la laguna de Umayo, que aunque no tiene las magnas dimensiones ni el aura legendaria del Titicaca, conquista los sentidos y despierta admiración.

Las "chullpas" parecen haber tomado por asalto la meseta alto-andina. Son casi 90 y están diseminadas en un área de 150 hectáreas. Muchas de ellas superan los 12 metros de altura y tienen un mayor diámetro en la parte superior que en la base. Todo un reto a las leyes de la gravedad y al equilibrio. Un detalle que las hace únicas en el continente.
Extraños mausoleos de edad indescifrable, aunque se presume que fueron edificados en el siglo X. Tumbas de nobles collas, morada eterna de los Hijos del Sol, quienes al dominar estas tierras, le añadirían características arquitectónicas similares a las del Templo del Sol o Coricancha, en el Cusco, y la fortaleza de Ollantaytambo, en el Valle Sagrado de los Incas.

Tiempo después, con la llegada de los españoles, los hombres del altiplano y del ande, dejaron a medio construir más de una "chullpa", como la encontrada en la zona de Ayawasi o Pucullo Cuadrado, que hoy forma parte del Complejo Arqueológico de Sillustani, nombre en lengua aymara, que traducido al castellano significa "forma de uña".

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