A la altura del kilómetro 45 de la vía asfaltada hacia el Cusco, se ubica el distrito de Curahuasi, lugar en el que se encuentra el complejo arqueológico de Saywite, calificado por los historiadores como la representación pétrea del sistema de vida en el Tahuantinsuyo.
Es un complejo arqueológico Inca de inicios del siglo XVI, construido de piedra, ocupa una extensión de 2 ha. y es visitado por cientos de turistas y denota en sus piezas de granito talladas al mínimo detalle, la organización y logros de los diferentes gobernantes incas.
Su principal atractivo es el monolito de Saywite, que posee una circunferencia aproximada de 11 metros de ancho por 2.30 de alto.
La piedra de Saywite es un gran bloque de granito de más o menos once metros de circunferencia, cuatro de diámetro y casi dos y medio de alto, ornamentado en su mitad superior con una serie de complejas y misteriosas figuras.
Representa a escala el mapa del Tahuantinsuyoy posee tiene dibujos en relieve de la flora, fauna, topografía y costumbres del incario.
Descripción
El monolito contiene más de doscientas figuras fitomorfas, zoomorfas, de accidentes geográficos y construcciones humanas talladas en un aparente desorden y aprovechando los relieves y depresiones naturales de la piedra.
Debajo de esta estructura lítica hay pozos, canales y graderías que conducen directamente hasta el centro poblado de Concacha, donde se hallan moldes de menores dimensiones con superficies labradas que nos recuerdan las piedras talladas de Kenqo, en Cusco, y Vilcashuamán, en Ayacucho.
Representaciones
En dicho monolito esta representada una gran montaña o sierra, con sus picos, sus laderas , una de ellas bastante empinada, con sus acantilados, con sus quebradas, valles glaciales, cauces de ríos desde los más pequeños hasta los más grandes, en la parte más alta tres grandes lagunas que surten agua a todas partes, los canales y riachuelos corren primero por la campiña y luego llegan a la pampa y van a un terreno rectangular que es de cultivo. Además, se dice que en las partes altas, los peñones han sido transformados en felinos, unas veces agazapados con las extremidades extendidas y las posteriores encogidas.
Estudios
Esta obra ha atraído la atención de los estudiosos Julio C. Tello, Squier y Doëring. El primero en su expedición arqueológica de 1942 a Urubamba, hizo un estudio detallado del monumento y levantó un plano preliminar de las figuras contenidas, investigación que resulta inédita y que se guarda celosamente en el archivo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Igualmente, Luis A. Pardo, ex director del Museo Arqueológico del Cusco, tiene una interesante monografía sobre el particular.
Teorías
Se desconoce qué uso se le daba, pero estando en un centro ceremonial lo probable es que tuviera una significación religiosa, quizá una representación simbólica del universo o, como sostiene Federico Kauffman Doig, estuviese relacionado con el culto del agua, una especie de gigantesca paccha, habida cuenta de los recptáculos en los que podía empozarse la lluvia. Los felinos esculpidos arriba serían, para este destacado estudioso "representaciones naturalistas de Qhoa en actitud fertilizadora".
Otros, considerando que muchas figuras representan construcciones humanas, canales, escalinatas, estanques, proponen que la piedra de Saywite fue una especie de plano o croquis pétreo hechoi por arquitectos incas para llevar el control de las obras hidráulicas que realizaban.
Deidades
Como custodios de estos lugares sagrados están plasmados los felinos. Lo más importante de este monumento arqueológico lo constituyen sus deidades antropomorfas, generalmente dispuestos en “parejas” o dualidad en los puquiales o fuente de agua. Algunos de estos seres mitológicos de mayor tamaño están dispuestos simétricamente, como apuntando a los cuatro puntos cardinales.
Estas obras diseñadas y destinadas simbólicamente al incremento del agua, estaban relacionadas con otros monumentos de la cultura inca, como los Intihuatanas y cámaras subterráneas que tenían especial cuidado con el cómputo del tiempo, sobre todo con la periodicidad de determinados fenómenos naturales que eran favorables a la Mamapacha, es decir, la madre tierra.
Otros atractivos
A 300 mts. existen también pequeños monolitos como el Rumihuasi o casa de piedra con escalinatas trazos geométricos, canales. Finalmente se ubica el Intihuatana "Reloj Solar" que fue posiblemente observatorio Inka destinado a ver los movimientos astronómicos.Vías de acceso
El acceso por el pueblo de Cachora (Apurímac), actualmente es el más frecuentado, mediante un camino de herradura de 1.80 m de ancho, abarcando una distancia de 29.8 km. de recorrido que se realiza aproximadamente en 12 horas.Ubicado al norte de Abancay., que pone de manifiesto la existencia de centros culturales milenarios. Aquí es posible ver la famosa piedra de Saywite; considerada como la "maqueta del Tahantinsuyo", tiene cuatro metros de diámetro, casi circular y convexa, con múltiples tallados y representa a hombres, animales y vegetales agrupados por regiones naturales.
A 45 km al este de Abancay, el camino a Cuzco, se encuentra uno de los más curiosos monumentos megalíticos de los Inca era: la famosa "piedra" de Sayhuite, aislado en bloque de varias toneladas, que mide casi 4 m de diámetro.
Es tallada en uno de sus lados, lo que representa una especie de mapa en relieve, o modelo del mundo, forma simbólica. Los cóndores son las montañas andinas, monos, serpientes, pumas son los grandes bosques de la región oriental de los Andes y la selva, las tierras altas llamas del Altiplano. Otros relieves muestran India Sentinel.
Esta piedra, desconoce en qué estado se tallada, es en general a ser un modelo del Tahuantinsuyo, es decir, el imperio Inca.
Esta piedra, desconoce en qué estado se tallada, es en general a ser un modelo del Tahuantinsuyo, es decir, el imperio Inca.
El sitio arqueológico de Sayhuite también incluye los rastros de las casas y las ruinas de un gran templo, así como restos de un sistema hidráulico de los canales y fuentes.