El Gran Pajaten, complejo arqueológico elegido recientemente como una de las maravuillas naturales del Perú, realmente es una belleza que muy pocos conocen debido a lo difícil del camino, que es solo para aquellos que gustan de la aventura y aman la naturaleza. Descubierta accidentalmente por campesinos de Pataz, el Gran Pajatén se encuentra en el ámbito del Parque Nacional Río Abiseo, creado en 1983, con la finalidad de preservar la flora y fauna de la zona. El Gran Pajaten es uno de los varios asentamientos prehistóricos ubicado en la parte alta del valle del río Montecristo, entre los ríos Marañón y Huallaga a 2850 msnm de bosques muy húmedos, temperatura promedio de 12 ºC y abundantes lluvias. Este complejo arqueológico pertenece al distrito de Huicungo, provincia de Mariscal Cáceres, región San Martín.El Gran Pajaten se encuentra rodeado de un sistema de andenes y posee restos de muchos edificios adornados con técnicas arquitectónicas muy elaboradas con motivos geométricos, de figuras humanas y de animales. Entre los restos encontrados figuran vasijas de cerámica en forma de jarras con cuello corto y cuencos.
De acuerdo a algunas investigaciones se presume la ocupación del Gran Pajaten entre los 1200 y 1500 años después de Cristo y hay evidencias del contacto de ésta, con culturas de la costa. Se presume también que perteneció a la cultura Chachapoyas.
Por lo difícil del acceso, las expediciones parten desde Trujillo en la región Libertad hasta el lugar denominado Chagual, en vuelo de avioneta durante 50 minutos, y desde allí en camioneta hasta Pataz por una carretera afirmada, el viaje dura 3 horas, luego en acémilas hasta Chigualén, el trayecto es de 4 horas, en este lugar se encuentra el control de los guardaparques. Desde Chigualén hasta Puerta del Monte 45 kilómetros es la distancia que hay que cubrir y luego de Puerta del Monte hasta las ruinas la distancia es de 30 kilómetros, el tiempo del recorrido dependerá del físico del visitante.
Cabe mencionar que el camino se encuentra descuidado al igual que el entorno de las ruinas y es necesario pedir a las autoridades regionales y a aquellos que tengan que ver con la difusión de nuestros recursos turísticos, poner el esfuerzo necesario para recuperar esta joya de nuestro glorioso pasado. Si queremos que perdure en el tiempo vale la pena el trabajo de cuidarlo.
