En 1987 volvió a la luz un gran señor del norte del Perú, un gobernante ilustre venerado por su pueblo, un poderoso hombre ataviado con prendas de oro y joyas de piedras semi-preciosas (más de 400 en total). Refinado. Enterrado con toda su corte y hasta con su perro, en una ceremonia fastuosa, esplendorosa, evidentemente fue un hombre que tuvo mucho poder. Su hallazgo se lo debemos al arqueólogo peruano Walter Alva.
Señor de Sipán se lo ha rebautizado, y compite en riquezas con los más grandes soberanos del mundo antiguo. Su origen: Mochica, un pueblo que se asentó en el Valle de Lambayeque, y que basó su organización política en la guerra y la religión, guerreros y sacerdotes compartieron la conducción de su pueblo. Un pueblo plagado de brujos, en la zona todavía hay chamanes muy respetados por los lugareños y que aprendieron su arte de sus ancestros más remotos, un pueblo de finos artesanos que plasmó su idiosincrasia en sus huacos, su sexualidad, su gastronomía, su desarrollo científico, su medicina, sus ritos. Los restos de los Mochicas en el Valle de Lambayeque aún se están estudiando, el valle todavía tiene mucho para mostrar al mundo.
Tienes que visitar Sipán porque en las huacas (restos arqueológicos) existe la infraestructura adecuada para una visita turística, el Museo Tumbas Reales de Sipán y lo más importante, con tu visita ayudas a continuar con los estudios arqueológicos de la zona y a preservarla del saqueo de los contrabandistas de arte precolombino. La mayor parte de los centros arquitectónicos del valle fue saqueada y perdida para siempre por acción de facinerosos traficantes.
A Lambayeque se accede por el Aeropuerto de Trujillo Capitán FAP Carlos Martínes Pinillos, de allí son 2 horas al sur por la carretera Panamericana (un pasaje en bus cuesta 2 dólares). Una visita a la zona es imperdible, la gastronomía de la ciudad es de las mejores, muy sabrosa y barata, los sitios arqueológicos de la valle incluyen varias huacas o centros ceremoniales Mochica y Lambayeque.
El Museo Tumbas Reales de Sipán custodia los restos del Señor de Sipán, más de 2000 piezas de oro, momias y adornos de todo tipo. Fue diseñado por el arquitecto peruano Celso Prado y su estructura se inspira en las pirámides truncas que los mochicas erigían como centros ceremoniales.
La visita te va a maravillar. El museo está abierto de Martes a Domingo de 9 am. a 5pm y la entrada cuesta 2.50 dólares para los adultos y 0.75 dólares para los niños. Verás que lo vas a disfrutar.