Se desarrolló a orillas de los ríos Ica y Pisco, en la península de Paracas, a 450 km al sur de Lima. Su dominio territorial se extendió por el norte hasta Chincha (Ica) y por el su hasta Yauca (Arequipa). Fue descubierta por Julio C. Tello en 1925, quien encontró procedentes de este periodo, tumbas subterráneas cavadas en el suelo, con un forma que parece una ancha botella de cuello largo, en cuyo fondo de unos 5 a 6 metros de diámetro, colocaban los fardos funerarios; así como tejidos (mantos), cerámicas. Las escavaciones de Tello en los años veinte del siglo pasado dieron como fruto el conocimiento al mundo de esta cultura, y son las investigaciones del primero sobre los patrones funerarios Paracas los que han dado la tipología más usada hasta hoy: Paracas Cavernas (700-200 a.C.) y Paracas Necrópolis (200 a.C. - 0).
Los medios de subsistencia de los Paracas fueron como los del resto de las culturas de la Costa. Su base fundamental fue la agricultura (con indicios de uso de irrigación), complementado con la pesca, la recolección y en menor escala la caza. En cuanto a su historia sociopolítica, luego de su influencia Chavín inicial, hacia fines de Paracas Cavernas hay en el área de Ica un gran florecimiento cultural, incluyendo un aumento poblacional y diferenciaciones locales, sumado a la aparición de nuevos dioses, todo lo cual podría significar un rechazo a la tradición Chavín.
Lo interesante es que durante este proceso, los Paracas nunca levantaron grandes centros ceremoniales como en la Costa Central y Norte. También los Paracas fueron grandes metalúrgicos, el oro y el cobre lo usaron con fines ornamentales, tanto en santuarios como en palacetes y son considerados como los más grandes maestros del arte textiles en la América Precolombina. Realmente sus tejidos son obras maestras, hechos de fina tela con una combinación artística de colores y formas impresionantes. En los colores prevalecen el rojo, azul, verde, amarillo y negro. Los tintes eran de origen vegetal (flores), animal (cochinilla) y mineral (rocas y arcilla).
Y para sorpresa de la medicina mundial, ellos desarrollaron admirablemente la medicina y la cirugía, el embalsamiento de cadáveres y las trepanaciones craneanas se realizaron mediante el uso de cuchillos de oro y cobre. Actualmente, estas reliquias consistente en huacos, piezas de oro, tejidos, mantos, etc., adornan museos y casas particulares.
