Las Cuevas de Toquepala
Las cuevas de Toquepala están ubicadas en la región de Tacna, a 13 kilómetros del campamento minero de Toquepala en el flanco noroeste de la quebrada Cimarrona; al noroeste de Villa Staff, entre los meridianos 70 30 y 71 00 de longitud oeste y los paralelos 17 00 y 17 30 de latitud sur, a una altitud de 2,700 metros sobre el nivel de mar. La geografía es abrupta, con moderadas pendientes y elevaciones que dan forma a quebradas y cumbres propias de la región Quechua. Suelo cubierto de material del cuaternario compuesto por tobas, arenas, cascajo y tufos de origen volcánico. Clima templado y seco con una temperatura promedio de 14 grados centígrados durante el día. El entorno ecológico está definido por una restringida vegetación de cactáceas, algunas gramíneas y arbustos leñosos que florecen en los períodos húmedos de los meses de verano e invierno. Esta vegetación, está distribuida desde las cumbres del "Cerro Loco" a más de 3,300 m.s.n.m. hasta el lecho de la quebrada Cimarrona. Hoy, se observa un ambiente árido, dominado por quebradas poco profundas con cotas que no sobrepasan los 2,400 m.s.n.m. que más adelante descansarán en las planicies de Camiara, Sitana y Puite próximas a las famosas lomas de Barlovento ubicadas entre Ite e Ilo
DESCUBRIMIENTO Y PRIMEROS ESTUDIOS
Las cuevas y pinturas rupestres fueron ubicadas por unos operarios de la UTAH, cuando se encontraban colocando las torres para suspensión de cables de alta tensión, a fines de la década de los 50. Fueron visitadas luego por Miomir Bojovich y posteriormente por Emilio Gonzáles García en 1963, quien realizó los primeros trabajos de investigación logrando un fechado de C14 de 9580 +- 160 años al presente. Entre los años 1963 y 1964, los arqueólogos Jorge C. Muelle y Rogger Ravines, del Museo de Antropología y Arqueología, profundizaron las investigaciones y obtuvieron nuevos fechados de C14 como 9490 +- 140 AP y 5930 +- 110 AP como el más tardío. Definieron además cinco niveles culturales que explican la presencia de cazadores – recolectores de tránsito que elaboraban instrumentos líticos diversos y hermosas pinturas rupestres que cubren parte de las paredes interiores de la cueva (Tal-1) y el abrigo (Tal-2).
DESCRIPCIÓN DEL SITIO ARQUEOLÓGICO
En un macizo de naturaleza volcánica inestable y de alto contenido férrico se encuentran dos oquedades con vista al sur y suroeste, registradas científicamente por los arqueólogos peruanos Jorge C. Muelle y Rogger Ravines, como Cueva Tal-1 y Abrigo Tal-2.
La Cueva Tal-1, es una formación irregular con 5.20 metros de ancho; 3.00 mts. de altura y 4.20 mts. de profundidad. En su interior se observan tres paneles de pinturas rupestres con escenas propiciatorias de la caza del guanaco. El Abrigo Tal-2, se caracteriza por ser de menos altura y profundidad que la cueva Tal-1, pero de mayor amplitud en la entrada y en el interior; el techo está cubierto con pinturas rupestres del mismo estilo de la cueva tal-1. Ambos refugios, miran hacia la quebrada Cimarrona que se desplaza de noroeste rumbo a las planicies del flanco occidental de los Andes que caen al Pacífico y que funciona como un gran corredor que une las planicies y estribaciones de la cordillera con los valles y lomas costeras.
La Cueva Tal-1, es una formación irregular con 5.20 metros de ancho; 3.00 mts. de altura y 4.20 mts. de profundidad. En su interior se observan tres paneles de pinturas rupestres con escenas propiciatorias de la caza del guanaco. El Abrigo Tal-2, se caracteriza por ser de menos altura y profundidad que la cueva Tal-1, pero de mayor amplitud en la entrada y en el interior; el techo está cubierto con pinturas rupestres del mismo estilo de la cueva tal-1. Ambos refugios, miran hacia la quebrada Cimarrona que se desplaza de noroeste rumbo a las planicies del flanco occidental de los Andes que caen al Pacífico y que funciona como un gran corredor que une las planicies y estribaciones de la cordillera con los valles y lomas costeras.
Los cazadores-recolectores moradores de las cuevas de Toquepala, pertenecen a la época denominada por lo arqueólogos como "El Período Lítico" o Arcaico. Este momento cultural de los primeros pobladores andinos, se caracteriza básicamente por el desarrollo de una economía de subsistencia basada en la caza de camélidos (guanaco, vicuña), cérvidos, algunos roedores y la recolección de vegetales silvestres (raíces, frutos, tallos y hojas). Se desplazan permanentemente por razones de alimento y en busca de canteras líticas para la fabricación de instrumentos de caza y labores anexas. Las excavaciones realizadas en Toquepala, han permitido conocer la dinámica cultural del sitio y la conducta cotidiana de los hombres que moraron en ellas. Jorge C. Muelle y Ravines, identificaron tres ocupaciones culturales: 1) Nivel Inferior.- Corresponde al estrato Nro 5, en él se han registrado puntas foláceas largas y anchas de sección lenticular muy delgada de 4 mm de espesor y retoque escamoso; además, raspadores escotados y buriles o punzones. El material predominante es el cuarzo, cuarcitas y jaspe. 2) Nivel Medio.- Definido por los estratos 4 y 3, donde predomina el uso del cuarzo criptocristalino. En el estrato 4 prevalecen los raspadores sobre lascas y buriles sobre puntas de proyectil para la caza. Las puntas líticas son largas con retoque escamoso en ambas caras y fino en los bordes. En el estrato 3 aparecen nuevas formas de puntas como romboidales de lados asimétricos y curvos con retoque bifacial escamoso, puntas foláceas pedunculares de bordes dentados; además, se ha registrado la presencia de conchas marinas como conchalepas, barquillos y chorus. 3) Nivel Superior.- Los artefactos líticos predominantes son los raspadores, lascas y puntas escotadas pequeñas de lados convexos, trabajados en andesita, riolita, basalto y cuarzo blanco opaco. En este nivel, representado por los estratos 1 y 2, también se han registrado restos de canastas de fibra vegetal.
LA MAGIA Y EL ARTE EN TOQUEPALA
Al igual que en el paleolítico de Europa, Asia y África, el arte rupestre plasmado en las cuevas de Toquepala sirvió como puente entre lo real y lo mágico para hacer de la caza una jornada exitosa y de esta manera asegurar el alimento y abrigo para el grupo. Las diversas escenas muestran un patético cuadro de caza de guanacos, donde la presa aparece abatida con dardos clavados, herida de muerte, en franca estampida, perseguida y rodeada por hombres con lanzas, arcos y garrotes. Las figuras humanas y de animales expresan mucho dinamismo y han sido pintadas de perfil, mediante las técnicas del pincel fino al agua, hisopos y los dedos. Los colores utilizados con más frecuencia son el rojo ocre y el marrón oscuro; y en menor escala los colores verde turquesa, blanco, negro, anaranjado y algunos pigmentos de vehículo graso. Estas escenas propiciatorias, representadas en lugares privilegiados de las paredes de las cuevas, se repiten con similar esquema en otros sitios con arte rupestre de los andes del sur peruano, como Sumbay en Arequipa, Asana en Moquegua y Vilavilani en Tacna, por citar algunos ejemplos.
LA INFRAESTRUCTURA TURÍSTICA
Gracias al apoyo de la SOUTHERN PERU S.A, el sitio arqueológico cuenta hoy con algunos servicios que otorgan mayor comodidad e información al visitante. Se han habilitado un circuito peatonal señalizado, paneles informativos, miradores, colectores de basura, áreas de descanso, repintado de las rejas de seguridad de las cuevas y el mejoramiento de la trocha de acceso.
EL ACCESO Y RECOMENDACIONES
Se accede por la Panamericana hasta llegar al desvío a la mina de Toquepala en el sector denominado Camiara, a una hora de viaje desde la ciudad de Tacna. Luego de pasar por Pampa Sitana y antes de llegar al control o garita de ingreso al complejo minero, hay un desvío a la izquierda que lleva directamente al sitio arqueológico, después de recorrer unos 700 metros de distancia. Hoy, también se puede llegar al lugar directamente desde la ciudad de Moquegua, tomando la carretera afirmada rumbo a Toquepala.
Al visitar el sitio arqueológico, los visitantes deberán prestar atención a las siguientes recomendaciones:
Respetar el circuito peatonal señalizado.
No arrojar basura en la zona arqueológica ni alrededores.
No hacer fuego ni acampar en un radio de 500 metros a la redonda.
Evitar el uso de cualquier material para la realización de garabatos y grabados en las formaciones rocosas del sitio arqueológico.
No permanecer más de 10 minutos continuados frente a la boca de las cuevas ni levantar polvo ni fumar, ello deteriora las pinturas.
No usar flash, reflectores ni cualquier medio de luz artificial directa hacia las pinturas.
No llevar animales domésticos al lugar.
Debido al intenso sol durante el día se recomienda usar gorro, bloqueador, ropa ligera y zapatos de campo y/o zapatillas. Por la tarde usar ropa abrigadora.
Al visitar el sitio arqueológico, los visitantes deberán prestar atención a las siguientes recomendaciones:
Respetar el circuito peatonal señalizado.
No arrojar basura en la zona arqueológica ni alrededores.
No hacer fuego ni acampar en un radio de 500 metros a la redonda.
Evitar el uso de cualquier material para la realización de garabatos y grabados en las formaciones rocosas del sitio arqueológico.
No permanecer más de 10 minutos continuados frente a la boca de las cuevas ni levantar polvo ni fumar, ello deteriora las pinturas.
No usar flash, reflectores ni cualquier medio de luz artificial directa hacia las pinturas.
No llevar animales domésticos al lugar.
Debido al intenso sol durante el día se recomienda usar gorro, bloqueador, ropa ligera y zapatos de campo y/o zapatillas. Por la tarde usar ropa abrigadora.
MARCO LEGAL DE PROTECCIÓN DEL SITIO ARQUEOLÓGICO
El sitio arqueológico de las Cuevas de Toquepala, está amparado por:
Ley Nro 28296, "Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación" (2004).
Decreto Legislativo Nro 635, Nuevo Código Penal, Título VIII Delitos Contra el Patrimonio Cultural (1991) y su modificatoria mediante la Ley Nro 27244 (1999)
Resolución Suprema Nro 004-2000.ED, "Reglamento de Excavaciones y Exploraciones Arqueológicas en el Perú"
Decreto Supremo Nro 017-2003-ED "Estructura Orgánica y Funciones del INC".
TOQUEPALA: pintores paleolíticos del Perú
Los Hombres de Toquepala son los más famosos pintores rupestres del Perú. Las escenas de "chaku" (cacería) que grabaron en una cueva de Tacna muestran a hombres con garrotes atacando a sus presas, los huanacos. No fueron los únicos; nuestro país es muy rico en cuevas y abrigos rocosos donde el hombre antiguo dejó huellas de su paso y de la fauna que los rodeaba.
En 1963 los diaríos de Lima y algunos del interior del pais daban cuenta del descubrimiento de una "cueva con pinturas rupestres" en el asiento minero de Toquepala, provincia y departamento de Tacna, cuya antigüedad se fechaba en 10 mil años.
La cueva aludida, conocida originalmente como Cueva del Diablo, había sido visitada por lo menos desde 1950. Sin embargo, sólo en 1963 Emilio Gonzáles García la descubrió científicamente.
El Museo Nacional de Antropología y Arqueología de Lima, con el apoyo de la Southern Perú Copper Corporation, realizó investigaciones arqueológicas entre 1963 y 1967.
La caverna y abrigo deben haber sido ocupados durante períodos de estación y al parecer nunca por un gran número de personas. Quizás por un grupo que se desplazaba continuamente o que reincidía en sus visitas.
La Cueva de Toquepala tiene 10 metros de profundidad, 5 metros de ancho y 3 metros de altura.
En sus paredes se han encontrado pinturas rupestres, con diversas escenas de cacería, en las que se representan a cazadores acorralando y matando a un grupo de guanacos (camélidos sudamericanos silvestres).
Se denomina "chaco" a la típica táctica de cacería en los Andes. Los comuneros forman cercos humanos, acorralan a las bestias y luego las matan o capturan. Esto es claramente representado en la cueva de Toquepala.
Para realizar estas pinturas se han usado colores como el rojo, el amarillo, el verde y el negro. De acuerdo con el investigador Jorge Muelle, estas escenas habrían sido realizadas con el fin mágico de propiciar una buena cacería.
La cueva aludida, conocida originalmente como Cueva del Diablo, había sido visitada por lo menos desde 1950. Sin embargo, sólo en 1963 Emilio Gonzáles García la descubrió científicamente.
El Museo Nacional de Antropología y Arqueología de Lima, con el apoyo de la Southern Perú Copper Corporation, realizó investigaciones arqueológicas entre 1963 y 1967.
La caverna y abrigo deben haber sido ocupados durante períodos de estación y al parecer nunca por un gran número de personas. Quizás por un grupo que se desplazaba continuamente o que reincidía en sus visitas.
La Cueva de Toquepala tiene 10 metros de profundidad, 5 metros de ancho y 3 metros de altura.
En sus paredes se han encontrado pinturas rupestres, con diversas escenas de cacería, en las que se representan a cazadores acorralando y matando a un grupo de guanacos (camélidos sudamericanos silvestres).
Se denomina "chaco" a la típica táctica de cacería en los Andes. Los comuneros forman cercos humanos, acorralan a las bestias y luego las matan o capturan. Esto es claramente representado en la cueva de Toquepala.
Para realizar estas pinturas se han usado colores como el rojo, el amarillo, el verde y el negro. De acuerdo con el investigador Jorge Muelle, estas escenas habrían sido realizadas con el fin mágico de propiciar una buena cacería.
Se calcula su antigüedad en siete mil 600 años A.C. (antes de nuestra era) de acuerdo con los fechados radioactivos realizados por expertos en la materia.