viernes, 31 de diciembre de 2010

LARCOMAR - SHOPPING CENTER - LIMA


Siempre que voy a Lima me siento irresistiblemente atraído a contemplar su mar. Y es que Lima no sólo es una ciudad costera, sino que tiene el privilegio de apostarse sobre un acantilado, como un palco natural, desde donde se puede contemplar un espectáculo que comparten quienes miran al Pacífico desde el este: el sol ocultándose en el mar.

JW Marriott Hotel Lima: Larcomar Shopping Center


Larcomar es un espacio ideado para consolidar esa relación entre la ciudad y el mar. Consiste en una serie de volúmenes y espacios empotrados y desparramándose al borde del barranco, ofreciendo una dramática secuecia espacial y de vistas controladas hacia el paisaje marino. Es además, un intento de comunicar (al menos visualmente) la parte superior del acantilado con las playas 80 m más abajo.


Urbanamente, es un remate espacial que comunica el centro de Lima a través del eje Tacna-Wilson-Arequipa-Larco con el Parque Salazar en el Distrito de Miraflores.


Configuración urbana de Larcomar como extremo del eje definido por la Av. Larco. En una esquina, tras el parque, puede verse la mole sesgada del hotel Mariott. Imagen Google Earth.

El proyecto no nació sin embargo, sin dificultades. El sacrificio de la Concha Acústica de Miraflores y del emblemático Parque Salazar, un espacio paisajista y pintoresco, aunque un poco venido a menos en la década de los 90, provocó airadas protestas de los vecinos, intelectuales y artistas, entre las que destaca un nostálgico y conmovedor ensayo de Mario Vargas LLosa.
Larco Mar - Lima PLos promotores sostenían que el parque sería modernizado y su superficie ampliada, pero los vecinos replicaban que se perdería su bucólica tranquilidad y que el parque sería convertido en una jardinera en la azotea del centro comercial, "un parque artificial sobre una losa de concreto que trata de camuflar un caballo de Troya comercial, con discotecas, cines, tabernas y coliseos, etc., que se agitará debajo y que inevitablemente emitirá todo tipo de ruidos y gases contaminantes mediante decenas de ductos que lo atravesarán."
La antigua Concha Acústica fue demolida al construirse Larcomar. El tradicional restaurant Rincón Gaucho fue trasladado.

Antiguo Parque Salazar, con un estanque central. Fotos cortesía de FriendLima.

Aunque es innegable el impacto que la dinámica Larcomar ha causado un impacto que ha cambiado para siempre la vida de este otrora apacible barrio, por otro lado se ha convertido en un foco de entretenimiento metropolitano, un icono turístico y un referente de la arquitectura y paisajismo contemporáneos en el Perú.


CONCEPCIÓN
Larcomar nació gracias a su visionario creador, el arquitecto Eduardo Figari Gold, su promotor y proyectista principal, quien durante varios años vino la idea de un complejo edilicio bajo el parque, dominando el mar. La idea evolucionando con el tiempo . Una de as primeras ideas implicaba una ocupación más agrasiva de la ladera del acantilado, incluyendo departamentos de vivienda aterrazados con vistas hacia el mar.

Primer proyecto de Larcomar.
Fuente Noticiero 24 Horas, Panamericana TV. Cortesía de Filter

Tras muchas reuniones con promotores, especialistas y tras estudios de mercado a una propuesta en la que el conjunto constaría de dos partes: un centro comercial bajo el remodelado parque Salazar y un hotel y centro de convenciones, que en forma de paraleloide de doble curvatura, servía para vincular la parte superior del acantilado con la zona de playas. Las actividades del centro comercial, que antes habían estado dispersas formando terrazas, se congregaron definiendo una gran plaza.

Anteproyecto final de Larcomar, incluyendo el hotel y el Centro de Convenciones
Foto cortesía de A/mbiente

Entre 1996 y 1998 se culminó la primera etapa del proyecto, consistente en un centro comercial, estacionamientos y un conjunto de multicines empotrados bajo la plaza. El hotel se programaría para una segunda etapa. Sin embargo, con la construcción de un hotel 5 estrellas frente a Larcomar por la cadena transnacional norteamericana Marriott, pareciera que el complejo hotelero en Larcomar ha visto su construcción postergada por aún más tiempo.

Primera etapa de Larcomar, cuando el hotel Marriot estaba aún en construcción. Compárese con la primera foto de este post, en la que se puede apreciar la ampliación del año 2006.
Foto cortesía A/mbiente.

Recientemente, se llevó a cabo una segunda etapa del proyecto que incluye la ampliación de su área comercial, un local para la exhibición de parte de la Colección del Museo Oro del Perú y un gimnasio.

EL NIVEL DEL PARQUE.


El remodelado parque Salazar es una plataforma verde ubicada sobre la losa de los estacionamientos subterráneos, en uno de cuyos extremos se aloja una fuente de agua. Uno de los aciertos de Figari es convertir este espacio en un gran balcón sobre el mar, sin optar por alguna definición edilicia del espacio. "Desde el comienzo he tenido una presión muy fuerte de que más bien hiciéramos grandes despliegues, para que Larcomar fuera visible, para que tuvuera fachada" recordaba Figari en una entrevista que le hiciera René Poggione.
Planta de Larcomar, nivel del parque. Imagen cortesía A/mbiente


En efecto, en vez de un elemento edilicio que lo delimite, el borde del parque ha sido definido sutilmente por una serie de pérgolas de madera, cuyas formas curvas se extienden hacia el mar, haciendo clara alusión a la vocación del edificio.
                                                               
  Marriot  Hotel Lima
JW Marriott Hotel Lima: Larcomar Shopping Center
Larcomar Shopping Center

Los elementos más llamativos en el parque son sin duda las tres chimeneas escultóricas o ductos de ventilación del estacionamiento, recubiertas de vidrio azulado, cuya forma de cilindro lenticular ha sido seccionada en diagonal. Vanguardistas para algunos, extraños para otros, lo cierto es que por su forma y textura originales son elementos de referencia importantes en medio de la explanada del parque.

Escultórica chimenea de ventilación Al fondo, las pérgolas.
Foto cortesía de arcampiglio

EL NIVEL DE LA PLAZA.


Tal vez el acierto más importante de Figari es su concepción de el espacio comercial como una plaza que alberga actividades multiuso, una plaza viva, donde la gente puede congregarse a ver un espectáculo o disociarse para compartir un café, donde el paseo y la tertulia son protagonistas importantes. Como sugiere Poggione, una plaza latina, que evoca un mercado, en lugar del mall anglosajón.

La plaza es un espacio alargado, flanqueada en un lado por dos niveles de comercios y abierta por el otro hacia el mar. Sin embargo, no está completamente abierta, ya que otros volúmenes de techos curvos controlan las visuales, y su disposición asimétrica le confiere dinamismo, promoviendo el recorrido peatonal entre la plaza. Ayuda a este dinamismo un elemento cilíndrico ubicado en el centro de la plaza, cuyo imponente exterior es correspondido con un magno espacio en doble altura

Planta de Larcomar, nivel de la plaza. Imagen cortesía A/mbiente


Es precisamente este juego de volúmenes, casi colgando osadamente en el abismo y cuyos techos se proyectan hacia el paisaje marino lo que le da un carácter de ligereza a todo el conjunto.
Para lograr ese alarde estructural, los estacionamientos, ocultos bajo el parte, forman un papel fundamental, ya que funcionan como anclajes, anclando todo el conjunto a la roca y desde donde se descuelga la plaza.


Corte transversal Larcomar. Imagen cortesía A/mbiente

Otro acierto en este carácter festivo de la plaza ha sido la elección de los materiales y colores, rescatando, con las lonas multicolores, el uso de la madera en escaleras y barandas y las terrazas a manera de balcones, la tradición arquitectónica del otrora balneario de Miraflores.

Detalle de los volúmenes volando sobre el acantilado.
Foto C. Zeballos

Departiendo unos traguitos y disfrutando la vista del mar, durante los meses de verano, desde el Café Café.

Los comercios, por su parte han colaborado con el embellecimiento del conjunto invirtiendo en notables proyectos de decoración interior, y multiplicando la experiencia sensorial que ya de por sí el centro comercial ofrece.

Interior de un café.
Foto cortesía de napio

Otro elemento importante son los multicines, no sólo por ser una actividad convertida en un polo de atracción, sino porque, al estar enterrados y empotrados en la roca, ayudan eficazmente en comportamiento estructural del conjunto. Al respecto, Fugari recuerda que en la idea original los cines habían estado en forma de anfiteatro, apoyados en el acantilado, pero al meterlos debajo, el techo de los cines se convirtió en la plaza, un balcón sobre el mar.

Planta de Larcomar, nivel de los cines. Imagen cortesía revista A/mbiente

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