La laguna de Paca se encuentra muy cerca de la ciudad de Jauja, Perú, lugar preferido de paseo para los jaujinos y muy visitada por gente de todo el valle del Mantaro y de Lima.
Esta laguna se sitúa a 3,418 msnm entre los distritos de Paca, Chunán y Pancán a 3.5 km al Norte de la ciudad de Jauja. Su espejo de agua es de 21.40 km2 y tiene una capacidad de 85.50 mil m3.
Descripción
Los totorales de la laguna sirven de hábitat a gran variedad de aves silvestres. Es la zona turística más visitada del Valle del Mantaro. Su enorme espejo de agua cuenta con hoteles y restaurantes, y durante los fines de semana se llenan de visitantes para pasear por sus aguas o para saborear una deliciosa pachamancatrucha frita. o un plato de
Hermosa laguna de aguas tranquilas sobre las que se han tejido algunas leyendas. Una de ellas cuenta que en su fondo yacen llamas con cargamentos de oro y plata que fueron lanzadas allí por la caravana de súbditos del inca que venían del Cusco al enterarse que Atahualpa había sido asesinado; el cargamento aparentemente iría a incrementar el rescate que este inca ofreció a los españoles por su liberación.
Atesora otras leyendas y mitos que se han trasmitido de generación en generación como aquél del origen de la laguna, de la sirena de cabellos dorados, de la campana de oro y del Indio durmiente. Se dice también que esta laguna está de alguna forma conectada con la Laguna de Ñahuimpuquio cerca a la ciudad de Chupaca.
TURISMO EN LA LAGUNA DE PACA
Esta laguna guarda entre sus aguas las más fascinantes historias y relatos, ubicada en el Valle de Mantaro, en la provincia de Jauja. Se ha convertido en el punto de encuentro de propios y extraños.
Una vez bajo dios a la tierra. Llamo a la puerta de una casa. Sin abrir le gritaron, ¡fuera sucio! Entonces siguió su camino. A poco llamo a otra puerta, vivían allí dos pobres viejecitos que a esa hora preparaban su comida en una ollita de barro. La comida era tan escasa que apenas alcanzaba para una persona, entonces dios puso las manos sobre la ollita y la comida aumento y de ella comieron los tres.
Cuando terminaron dijo dios: Vamos. El viejito antes de salir sacó de su casa su tambor. Subieron un cerro. Los viejitos caminaban por delante, dios por detrás. Al cabo de un rato dios pidió al viejito su tambor. Entonces dijo dios: no vayan a volver la cara y soltó el tambor. El tambor rodaba sonando cada vez más fuerte.
Los viejitos volvieron la cara y quedaron convertidos en piedra blanca. El tambor rodaba, rodaba, hasta que llego al pueblo y reventó. De él salio tanta agua que anego los campos, las casas, hasta convertir el pueblo en una laguna.
Paca es una hermosa laguna de aguas tranquilas sobre las que se han tejido algunas leyendas. Una de ellas cuenta que en su fondo yacen llamas con cargamentos de oro y plata y que fueron lanzadas alli por la caravana de subditos del inca que venia del Cusco, al enterarse que el Inca Atahualpa habia sido asesinado, el cargamento aparentemente iria a incrementar el rescate que este inca ofrecio a los españoles por su liberación.
Este hermoso lugar es el medio ambiente ideal para numerosas aves debido a la inmensidad de totorales que rodea la laguna, pero también se puede disfrutar de competencias deportivas en cayac autorizadas por la alcaldía de la ciudad.
Al norte de la laguna se encuentra ubicado un nuevo y acogedor local municipal en el cual se puede disfrutar de una gran variedad de platos típicos, además de ofrecer paseos a caballo y en lancha.
A media hora de la ciudad de Cajamarca hay un caserío donde se desarrolla una forma de turismo no convencional enfocado en la reciprocidad entre los visitantes y una familia local
Los Huamán Sánchez son una familia que vive desde hace treinta años en Laguna Sulluscocha, uno de los 36 caseríos del distrito de Namora, 18 kilómetros al este de la ciudad de Cajamarca. Su casa se encuentra en plena campiña cajamarquina, un lugar que está libre de los ruidos y de las modernidades propias de la ciudad -aún no ha llegado la luz eléctrica- y en el que se respira naturaleza por los cuatro puntos cardinales.
La vida de los Huamán Sánchez en Sulluscocha es bastante tranquila. Hace ocho años decidieron compartir esa tranquilidad con visitantes nacionales y extranjeros, a quienes reciben en su hogar motivados por un proyecto de turismo vivencial o rural. Con ellos comparten sus costumbres y actividades diarias, como las labores agrícolas y ganaderas, así como sus vivencias.
Don Enrique, cabeza de la familia y principal encargado de guiar a sus invitados en las múltiples actividades que realizan, disfruta mucho de la experiencia, sobre todo porque es recíproca. “Es bueno enseñarle a las personas que nos visitan lo que hacemos, pero también es gratificante conocer las costumbres de ellos”, cuenta.
En Sulluscocha la jornada es larga y variada. Si uno se levanta con el cantar de los gallos puede acompañar a los Huamán Sánchez a ordeñar las vacas, arrear los toros o extraer las papas u otros productos que han cosechado durante la temporada, y que servirán para la preparación de los alimentos del día. A media mañana podemos realizar una corta caminata a la vecina laguna de San Nicolás para pasear en bote, pescar pejerreyes, o visitar las ruinas de Kollor, muy cercanas a Sulluscocha.
Pero también se puede ir al centro del distrito de Namora, donde los artesanos son muy conocidos por la fabricación de guitarras, o a Los Sapitos, una zona geolítica en la que hay varias formaciones rocosas que se asemejan al anfibio.
La casa de los Huamán Sánchez queda frente a la laguna Sulluscocha por lo que, además de experimentado agricultor, don Enrique es un curtido pescador. Cada tarde le pide a sus visitantes que lo acompañen a atrapar carpas, unos peces que llegan a pesar hasta 3 kilos. Si no hay suerte con la pesca, los invitados pueden aprender cómo se cocina el pan en el horno de barro de la familia.
NOCHE MÍSTICA
Tras la extensa faena, y luego de compartir con la familia sus típicos potajes -como queso, papas sancochadas o una reparadora sopa-, nos espera una fogata nocturna en la que se cuentan los mitos y leyendas de la zona. Luego, esta vez linterna en mano, se parte rumbo a un monte aledaño a la casa de los Huamán Sánchez para realizar en la cima un ritual en el que se hace un pago a la tierra.
Cómo llegar: Laguna Sulluscocha está a 30 minutos en auto del centro de Cajamarca, por un camino asfaltado. La agencia Vivencial Tours ofrece paquetes con distintas tarifas. Para contactarse con ellos pueden ingresar a www.vivencialtours.com.
Espacio: En la casa hay dos habitaciones con ocho camas en total, pero también se puede hacer camping frente a la vivienda. Cuenta con los servicios básicos y agua potable. No hay luz eléctrica.
Altitud y clima: El caserío está ubicado a 3.000 metros sobre el nivel del mar. El clima es seco y la temperatura es cálida de día y fría de noche.
Después de presentar la historia de catequil y el mito de la creación, el manuscrito enumera nueve huacas principales: vlpillo, pomacama, caoquilca, quimgachugo, nomadoy, guaracayoc, guanacatequil, casipoma y llayguen. Aunque, en esta parte del texto, se nos da alguna noción de tiempo, mencionando que tanto Huayna Capac como Topa Inca adoraron estas huacas, no son analizados, en cambio, ni el significado ni la naturaleza de las mismas.
Sin embargo, algunas huacas con estos mismos nombres o variantes de ellos (Ilaiguen, caoquilca, casiapoma, vzorpillao) aparecen posteriormente en el manuscrito en contextos en los que se proporciona alguna información sobre su naturaleza propiamente dicha. Algunas de estas huacas son también mencionadas por Cristóbal de Albornoz8 (Duviols 1967: 31).
En relación con actuales toponímicos, es posible indentificar cinco de las nueve huacas principales . Dado que el orden en las listas de enumeración frecuentemente tiene algún significado en el contexto andino, las huacas han sido identificadas en nuestro mapa con letras cuyo lugar alfabético respeta el orden de la lista original de la Relación (A=vlpillo; R=pomacama; C=caoquilca; etc.). No obstante, parece que en este caso, no es significativo el orden en que las huacas han sido enumeradas. Presentaré las nueve huacas en cuatro pares de huacas relacionadas y una quedará aparte.
La primera pareja incluye a guaracayoc y guanacatequil. Cristóbal de Albornoz dice que guaracayoc era el "pacarisca" o lugar de origen de los indios de Huamachuco (Duviols 1967: 31). Puesto que conocemos por el documento de los agustinos que el lugar de origen era el Cerro de Huacate, es posible que guaracayoc sea un nombre más específico o un nombre alternativo para el santuario ubicado en el lugar. El guaracayoc (quechua) puede ser traducido como la persona versada en el manejo de la honda; esto sugiere que guaracayoc podría ser un título de catequil quien produce el trueno y el relámpago con su honda (f. 6v.). Arriaga (1968 ¿1621?: 233) menciona que Francisco Cano, encontró y destruyó una huaca Ilamada "huaracayac" (sic) en Cotas. Este huaracayac tuvo un hijo, rimay (en quechua "hablar") nombre que permite suponer que se trataba de un "oráculo". Todo esto sugiere que guaracayoc era un título quechua aplicado a catequil o un tipo similar de divinidad de naturaleza de un oráculo o héroe cultural o fundador de linaje o deidad celestial que podría haber tenido una buena y amplia presencia en las tierras altas del norte. También guanacatequil debe ser referido de alguna manera a catequil; quizás "guana" no sea más que una determirnación del "huayna" quechua que significa "joven" y, en ese caso, guanacatequil sería uno de los muchos hijos de catequil (f.7v).
La segunda pareja está integrada por pomacama y nomadoy. Cristóbal de Albornoz (Duviols 1967: 31 ) menciona a ambas huacas. La primera, "pomacomas" es la huaca principal de los indios de Huamachuco y pertenece a la parcialidad de Guacapongo, mientras que namuday (sic) es la huaca de la comunidad de Llampa. Namuday es una quebrada en la parte alta del valle de Chicama (Fig.14). No me ha sido posible encontrar ningún toponímico que remita a pomacama; el problema de localización de esta huaca puede ser más difícil todavía si pomacama es una versión quechuizada de lo que originalmente era un nombre en el idioma culle (lengua indígena de Huamachuco). Albornoz ubica pomacamas en una colina a lo largo del pueblo de Guacapongo. Hay una aldea moderna que lleva ese nombre en la parte alta del valle de Virú que ciertamente existía en el s. XVIII (Martínez Compañon 1978 ¿1789?: Tomo I. Carta Topográfica de la Provincia de Truxillo...; Feyjoo 1984 ¿1763?: Carta Topográfica...). No he podido confirmar, sin embargo, que existiese una población con ese nombre en el s. XVI. No es mencionada tampoco ni por González de Cuenca (ms) ni por Mogrovejo (1920 ¿1593?). Es posible que Albornoz se haya referido al pueblo de Santiago de Chuco, la principal población de la guaranga de Guacapongo.
El tercer par de huacas lo integran vlpillo y quimgachugo. Las he identificado con dos picos muy altos, Cerro Urpillao y Cerro Quinga, ambos de más de 4.000 mts. de altura y con una vista que domina la costa. Albornoz comenta (Duviols 1967: 20) la especial reverencia que los incas tenían por los altos picos que sobremiran la costa. Cerro Urpillao está en el territorio perteneciente a la guaranga Llampa mientras que Cerro Quinga se encuentra en tierras de la guaranga Guacapongo. Ninguna de estas dos huacas es mencionada por Cristóbal de Albornoz, pero los agustinos analizan una huaca llamada vzorpillao con cierta extensión (ff.10 y lOv). Los frailes fueron muy impresionados por el santuario, sus ornamentos, así como por el temor y reverencia con que el ídolo era tratado: En la Relación mencionan que sólo la gente del "pueblo" podía ir al santuario. pero no está claro si ésta palabra equivale a "asentamiento" o a "comunidad"9. También mencionan que la gente tenía que ayunar por todo un año completo antes de ir a dar culto a esta huaca y que, dado que pocos podían cumplir con este requisito, los que no lo hacían le adoraban en una alta montaña a una legua de distancia del santuario mismo10.
Las huacas caoquilca y llayguen forman la cuarta pareja. Ambas pueden ser identificadas con nombres de cerros (Fig. 14).
Llaiguen (sic) es posteriormente descrita como una roca en una profunda cueva (f.7v y 8), a donde la gente venía de todas las provincias para pedir las cosas que necesitaban, especialmente el agua. Caoquilca es descrita como una roca en forma de mano, cerca de ella había un pequeño edificio construido de madera de molle y un edificio mayor en el cual realizaban las fiestas y almacenaban gran cantidad de lanzas. La gente venía de siete u ocho poblados para pedir el agua a caoquilca.
La última huaca, de las nueve enumeradas, era la llamada casipoma o casiapoma. Se la presenta como un ídolo de madera que parece haber tenido la forma de un falo de alrededor de palmo y medio de largo (12 pulgadas)12. Aparentemente fue encontrada en la misma ciudad de Huamachuco13asi Huayna Capac tuvo por ella una especial preferencia.
Aún con las aclaraciones que el texto ofrece posteriormente y la información adicional que proporciona Albornoz, es difícil precisar la significación que tenían estas huacas. Con todo, hay tres puntos que constituyen una base útil para su interpretación:
l. Es claro que los agustinos creen que estas huacas eran las más importantes de la provincia.
2. La información de Albornoz indica que, al menos algunas de estas nueve huacas, eran suficientemente importantes como para ser incluidas en su lista de huacas de mayor importancia del mundo andino.
3. La estructura jerárquica de la lista de Albornoz nos proporciona un interesante dato sobre la posible significación de las huacas.
De alguna forma, la enumeración de Albornoz puede ser vista como incorporando tres niveles jerárquicos. En la cima está catequil, una de las más importantes huacas del imperio incaico. Le sigue guaracayoc, lugar de origen de todos los indios de Huamachuco. A continuación vienen pomacamas y namuday que son huacas principales, respectivamente, para las guarangas de Guacapongo y Llampa. A estas huacas podemos añadir las dos escarpadas montañas de los cerros Urpillao y Quinga de los cuales Albornoz no hace mención nominal pero que se encuentra dentro de la categoría de los grandes picos desde los cuales se domina la vista del océano y cuya importancia él enfatiza.
Parecería, entonces, que la significación de las huacas se debe, al menos parcialmente, al hecho de que simbolizan los roles sociales desempeñados por grupos de gentes con diferentes niveles de inclusividad. En el nivel más alto, huacas tales cnmo catequil y Pachacamac, mejor conocido, tuvieron influencia en todo el imperio Incaico. En cambio, huacas como guaracayoc y guanacatequil, en tanto que participan del prestigio de catequil, fueron de importancia local. Casipoma, como veremos, era parte de un número de huacas que reflejan el hecho de la ocupación inca y que representan la mezcla de los conquistadores y los mitimaes colonizadores; en este caso, casipoma puede representar la influencia personal de Huayna Capac en el área de Huamachuco. Finalmente, las huacas representativas de la población local son pomacama, nomadoy, vipillo, quimgachugo, caoquilca y llayguen.
Estas últimas huacas constituyen un patrón interesante. Es claro que pomacama y nomadoy representan a las guarangas de Guacapongo y Llampa, respectivamente. Ambas pueden haber sido localizadas en elevaciones muy bajas. La interpretación más probable de ulpillo y guimgachugo es que éstas son los picos más altos de los territorios Llampa y Guacapongo; además de ser estrechamente asociados con estos grupos sociales, los picos definen el extremo superior de un eje vertical cuya base está representada por las otras dos huacas ya mencionadas. Ambas guarangas, entonces, pueden ser vistas como ocupando territorios con dimensiones verticales y horizontales bien definidas.
En contraste con la situacíón anterior, Albornoz no menciona huacas principales como pertenecientes a las guarangas de Lluicho y Andamarca. Podrían haber estado asociadas a estos grupos, con alguna probabilidad, las huacas de Ilayguen y caoquilca, dado que se encontraban establecidos en sus respectivos territorios. Como quimgachugo y ulpillo, ahora son identificados con nombres de quebradas, lagos y picos de más de 4.000 m. de altura. Ambos estaban en lugares a donde la gente acudía para pedir el agua y otras cosas necesarias; por eso estaban relacionados con el bienestar físico de la población. Cada uno de ellos es descrito como estando al servicio de una gran población y, de hecho, poblaciones más grandes que las que uno podría esperar si dichas huacas estuvieron asociadas con esas dos relativamente pequeñas guarangas. La Relación afirma que "... gente de todas las provincias..." venían a llayguen, y que siete u ocho pueblos se reunían en caoquilca14. Todo esto nos enfrenta a una alternativa: o estas huacas en realidad tenían una amplia influencia y fueron omitidas inadvertidamente en la lista de Albornoz o los agustinos exageraron algo su importancia.
Sea lo que fuere de este caso, es interesante constatar que mientras que las guarangas de Lluicho y Andamarca no están claramente representadas por huacas, las de Guacapongo y Llampa están completa y definitivamente representadas por sus huacas. Espinoza (1974: 33) ha propuesto que la huaranga de Lluicho había sido creada por el Inca en 1500 d.C. por subdivisión de la huaranga Llampa. Esta interpretación se basa solamente en el hecho de que las genealogías de los líderes de la huaranga de Lluicho pueden ser documentadas solo a partir de esta fecha (1974: 35). Sin embargo, la débil asociación de las huacas con estas huarangas apoya fuertemente la idea de que ambas, Lluicho y Andamarca, podrían haber sido creadas por el Inca.
(8) Albornoz dice lo siguiente:
"Provincia de Guamachuco y Caxamarca:
Apocatiquillay, guaca de las más prencipales del reino, de los indios guamachucos. Era unas piedras altas en un llano, y como en el ayre encima destas, cerca del pueblo de Uruchalla.
Pomacamas, guaca prencipal de los indios guamachucos de la parcialidad de Guacapongo. Era una piedra en un cerro junto al pueblo de Guacapongo.
Guaracayoc, guaca de los indios guamachucos, era su pacarisca. Namuday, guaca de los indios guamachucos, era su pacarisca. Es una peña en una quebrada que se llama quichuas, cerca de un pueblo llamado Alá".
(9) Los agustinos mencionan que una ciudad cercana estaba destruida por la huaca, sin embargo parece que ésta se encontraba en un estado más ruinoso que el santuario mismo. Ellos tuvieron que destruir el santuario y observaron materiales perecederos tales como tejidos, mientras que la ciudad cercana es descrita como algo abandonado desde hace mucho tiempo y con la mitad de los muros derruidos. Parece probable que "pueblo" se refiere entonces, a una "comunidad" que podrfa ser la de la guaranga de Llampa.
(10) En la discusión de uzorpillao, los agustinos mencionan que la fiesta la hacen "desnudos en cueros". Arriaga (1968, 1621?: 217) usa esta misma frase en relación a la fiesta que tiene lugar en diciembre cuando maduran las paltas (o aguacates). La fiesta descrita por Arriaga incluye una carrera desde la plaza hasta una alta montaña; si en el curso de la carrera, los hombres se cruzaban con una mujer, la atacaban. En Huarochiri, los hombres bailaban desnudos en honor de Chaupiñamca en junio, tiempo considerado de gran fertilidad (Taylor: 203). Quizás las fiestas a uzorpillao también estaban relacionadas con la fertilidad.
(11) La palabra usada en el manuscrito es "mano" que puede significar tanto "mano" como un cierto tipo de piedra de moler.
(12) Santa Gestrudis (1970, 1775?: 226-227?) relata una historia, que le fue contada por el sacerdote de Huamachuco, del hallazgo de un ídolo en Viracochapampa, ídolo que era usado por los indios para la defloración de las vírgenes. Santa Gertrudis parece haber sido aficionado a las historias audaces y el sacerdote que le contó la historia llevada poco tiempo en Huamachuco y él mismo había oído la historia del sacerdote anterior; por consiguiente, el relato es, al menos de segunda mano y podría ser exagerado.
(13) La frase "...que hallamos En el pueblo..." (f.8v) parece indicar la ciudad de Huamachuco. La frase "...sacose y traxose a el conbento / de guamachuco..." hace algo ambigua la identificación de la ciudad. Tanto el hecho de la identificación de este ídolo con Huayna Capac como el de que Huamachuco era centro administrativo incaico (Topic y Topic, en prensa) apoyan la interpretación en el sentido de que el "pueblo" referido era Huamachuco.
(14) Calancha (1974-1981, 1638?: 861 y 2055) afirma que Huamachuco tenía 22 "pueblos y anexos" y, además, una población tan dispersa estaba la población antes de las reducciones toledanas. González de Cuenca (ms.) menciona 22 "pueblos" ocupados por la población indígena; unos pocos más estaban ocupados por mitimaes.
Ubicado en Selva Alta a una altura de 1150 m.s.n.m., sus aguas provienen de la quebrada de Paccha, con 3 caídas de agua con una altura aproximada de 30 metros por tramo, las aguas cristalinas discurren sobre lechos pedregosos formando un puente natural para cruzar la catarata, rodeado de una frondosa y alta vegetación que constituye un hábitad natural de orquídeas, bromelias y especies de flora propias de la zona; en el camino hacia las cataratas se puede apreciar todo tipo de insectos, y aves pequeñas que abundan en la zona.
Actualmente se cuenta con una infraestructura mínima como: dos tambos típicos para descansar, pasamanos de madera en el camino de acceso, basureros y un servicio higiénico en la entrada hacia las caídas de agua.
Medios de acceso
Tipo
Medio
Distancia en k.m. desde
Tiempo
Terrestre
Taxi
30 km. Desde la ciudad de Moyobamba hasta el Centro Poblado de Nuevo San Miguel
2 horas
Actividades desarrolladas en el atractivo Toma de fotografías y filmaciones.
Observación de flora y fauna
Caminata
Excursiones
Tipos de ingreso
Pagado : Adultos S/. 2.00, Niños S/. 1.00
Estacionalidad Todo el año
Estas hermosas caidas de agua tienen un especial atractivo, que hace casi mágica su visita. En un ambiente paradisiáco se goza de la fresca brisa que produce la caida; por un momento el estruendo pasa desapercibido por el embeleso que produce el entorno. Se ven por todos lados exóticas flores y plantas silvestres, se percibe el entremesclado aroma de la naturaleza y es posible a cada paso, una que otra rara orquídea.Ante tan hermoso panorama, uno no resiste la tentación de intentar cruzar el río; en el empeño, la naturaleza nos tiene reservado otro regalo y al poner nuestros pies en el primer
"lomo de cascada", descubrimos que es posible caminar sobre las aguas, estas apenas y suavemente lamen nuestros tobillos, es que una inmensa roca sirve de lecho y para nosotros de puente natural. Al atardecer, seguramente, el retorno será un tanto desganado en medio de propósitos de retornar lo más pronto posible. A estas misteriosas cataratas se llega siguiendo la ruta de Jepelacio, pintoresco distrito ubicado en la Subcuenca del Gera.
La carretera nos lleva hasta el Centro Poblado de Nuevo San Miguel, desde allí se inicia una saludable caminata de 20 minutos y... ya está.Aquí debemos reconocer el singular aporte de don SIXTO GUERRERO NEYRA, guardador y vigía de las cataratas y descubridor de tres de ellas (salto del Alcalde, Helechos y Peña de Horeb)... ¡Gracias amigo Sixto!.
En la mitología peruana vemos que Naylamp fue un personaje que vino del mar a las costas de Lambayeque, según nos cuentan los cronistas españoles del siglo XVI ( Miguel Cabello de Balboa ).
Era un hombre dispuesto, valiente y un misterioso rey de mucho valor, de elevada estatura, aspecto aristocrático y altivo, tez clara y facciones netamente semitas; envolvía un voluminoso turbante rematado por una diadema de plumas, sujeta a su vez por una magnífica turquesa que entró en embarcaciones tipo balsa en la costa de Perú y llevaba a su cargo un gran número de concubinas, de las cuales podemos destacar a Ceterni que según los historiadores fue la mujer principal.
A su cargo también llevaba 40 oficiales con sus respectivas mujeres, bravos guerreros, trompeteros o tañadores de caracolas, cocineros, tejedores encargados de labrar sus ropajes de plumas, tenía coperos particulars, un echador de polvo de conchas marinas por donde tenía que pasar su señor y una gran cantidad de sirvientes para su uso personal.
Habiéndose asentado en la boca de un rio llamado Faquisllanga construyeron un templo a un ídolo tallado sobre piedra verde de jade al que llamaron Llamapellec que en su idioma quería decir figura y estatua de Nailamp.
Una nueva etapa histórica estaba a punto de empezar. Junto a la playa había centenares de embarcaciones, en las que se amontonaban hombres, mujeres y niños. Un hombre bajó de la nave capitana: era Pitazofi, encargado de hacer sonar un instrumento construido con un caracol llamado Spondylus. Avanzó algunos pasos y llevándose a los labios el nacarado cuerno, la arrancó un sonido ronco y potente. Acto seguido el jefe de los portadores de la litera real, Nicacolla, bajó a tierra seguido de sus ayudantes. Ellos también se quedaron inmóviles apenas pisaron la playa, mientras resonaba otro toque de trompeta y descendía de la nave otro viajero, con un pesado cofre a cuestas.
Era Fongasidas, esparciendo delante del cortejo real, puñados de piedrecillas rojas. Volvió a escucharse la trompa y, seguido por seis hombres que transportaban enormes cajas, desembarcó LLapchilully; luego le tocó el turno a Ochocali. Por último desembarcó Allopoopo, cuya misión era preparar el baño del rey a cada etapa del viaje.
Construyeron la ciudad de Llampallec y crearon una nueva cultura y cicilización en ella.
A su muerte sus parientes con el fin de mantener autoridad sobre el pueblo y sostener el origen divino del caudillo, lo enterraron secretamente en el mismo palacio, haciendo correr la voz de que había volado hacia el cielo.
Los siervos fieles que habían venido con Naylamp creyeron que este se había trasladado con sus alas a otro lugar y salieron a buscarlo. En el asentamiento, sólo quedó la gente joven. Luego fue considerado como una divinidad de ojos alados.
La divinidad central de la cultura Lambayeque es el personaje de los ojos alados. Su rostro está representado en infinidad de objetos como tumis, vasijas de cerámica y adornos de metal, convirtiéndose en el rasgo más importante de la iconografía.
Su principal característica son los ojos con un extremo en punta que se eleva Además, tiene nariz prominente y orejas puntiagudas que llevan grandes aretes. La boca suele ser recta y algunas veces lleva un tocado semicircular.
Se ha pensado que corresponde a la presentación del personaje mítico Naylamp, cuyo culto fue de mucha fuerza. El ojo alado ha sido interpretado como de naturaleza ornitomorfa, por lo que se trataría de un hombre pájaro. Precisamente el mito de Naylamp señala que cuando murió le crecieron alas y se fue volando.
Una representación clara de Naylamp con alas sería el tumi de Illimo que fue robado del Museo de Arqueología y destruido hace algunos años.
Federico Kauffman señala que el personaje lleva una enorme corona de media luna y curiosamente alas simbólicas a los costados como si fueran segundos brazos. Este detalle resulta de especial interés por cuanto permite establecer, de modo casi inequívoco, la identidad de la figura con el persona Naylamp. Además en el tumi se mezclan rasgos humanos y de ave.
La dinastía fundada por Naylamp gobernó los ricos valles de Lambayeque hasta que el Imperio Chimú conquistó la región en el siglo XV.
LA CULTURA DE LAMBAYEQUE
La cultura Lambayeque o Sican fue un estado que se desarrollo en la costa norte del Perú , entre los rios Lambayeque y La Leche en los siglos VIII - XIV d.c. La cultura Lambayeque es estudiada ampliamente por el arqueologo japones Izumi Chimada (Fundador de la Proyecto Arqueológico Sicán). Ubicacion geografica
La cultura Lambayeque o Sican se desarrollo sobre la cuenca del río Lambayeque (antiguamente rio Faquisllanga o rio collique), en el area de los poblados de Cinto, Tucume y Jayanca, dejando sentir su influencia, ademas, hasta la zona de Cajamarca , Piura y el valle de Moche, entablando por consiguiente, relacion con la cultura mochica . Cronologicamanente se ubica dentro del Intermedio Tardio, periodo de desarrollos regionales o de diversificacion cultural.
Origenes de la Cultura Lambayeque Los origenes de esta cultura estan relacionados con la leyenda de Nailamp, Naimlap o Ñañlap, al que se le representa como un Dios ornitomorfo (figura de Ave), ya que la raiz ñain significa ave.
Segun la leyenda, este monarca arribo en una armada de balsas a la costa de lambayeque acompañado de una numerosa corte. Desembarco en el rio Lambayeque y "penetrando en la tierra con sus hombres, levanto unos palacios - que muchos identifican con la Huaca Chotuna- que llamaron Chot sus descendientes, entronizando allí el heroe civilizador el culto al idolo Yampallec, del que derivo el nombre de Lambayeque. Murio Naylamp despues de muchos años de reinado (tiempo en el que cuentan le nacieron alas, atributos de ave con los que iba a ser representado en lo sucesivo), pero sus fieles servidores, para evitar que el vulgo lo creyera mortal, enterraron su cadaver en la habitacion donde dormia echando luego fama de que habia volado al cielo. Tras esto, a lo que se descubre, Nailamp fue divinizado, sus credulos vasallos salieron a buscarlo por la tierra , ocurriendo entonces la dispersion general, a la que siguio la posesion de los valles costeños septentrionales. La linea suesora quedo, sin embargo, en Cium - el primogenito de Nailamp - al que sucedieron Escuñain, Mascuy, Cuntipallec, Allascunti, Nofannech, Mulumuslan, Llameco, Lanipat - Cum, Acunta y Fampellec, monarcas todos de Lambayeque y el ultimo aseseinado por sus subditos quienes lo arrojaron al mar debido a sus muchos vicios y alianzas con el demonio". ( J. del Busto D.- Perú Preincaico)
Manifestaciones Culturales Ceramica de la Cultura Lambayeque
La ceramica Lambayeque tiene su origen en la ceramica Mochica, habiendo utilizando el crema, rayas rojas, terminando con la tonalidad negra brillante.
Durante su desarrollo hubo de soportar la influencia cultural Wari (Huari), que motivo la confeccion de vasijas esfericas de pedestal tronco-conico y el cantaro de dos picos largos y conicos y unidos por un gollete-puente, siendo los colores utilizados el rojo, negro y crema. Mas tarde, sufrio la influencia de la ceramica Chimu.
Como caracteristica propias de la Ceramica Lambayeque se señalan: el uso de la arcilla sin desgrasante, uso del molde, el barnizado y la coccion con fuego oxidante; el color negro brillante , doble pico divergente y el asapuente; el pequeño simio agazapado entre el asa y un pico y la figura de Nailamp representada en los huacos.
Orfebreria de la Cultura lambayeque
Trabajaron habilmente el oro, la plata y el cobre; conocieron las aleaciones, la soldadura, el repujado, burilado y el calado. Confeccionaron cuchillos ceremoniales, mascaras funerarias, cantaros de oro, vasos, collares de esmeraldas y turquesas, cuarzo rosado, perlas, etc. Sentaron, asi, las bases de un arte metalistico que al ser incorporados a los chimus se difundio por todo el norte del territorio alcanzando dimension nacional en tiempos de los incas.
Arquitectura Lambayeque
Emplearon el adobe en sus construcciones, siendo la Huaca Chotuna su espresion monumental. Esta huaca se encuentra a 6 km al sureste de Lambayeque y se trata de una piramide trunca de 100 m por lado y 15 de altura, a la que se subia por una rampa central quese desviaba en zig-zaga la izquierda, para bordear la piramide, conduciendo hasta la parte superior de la terraza donde segun la tradicion moraba el idolo Yampellec.
Segun la tradicion, en los ocultos subterraneos moran Nailamp y algunos de sus descendientes con su dios Yampallec, idolo de piedra. Algunos dicen que era una gran esmeralda y es por eso que, hasta hoy, la Huaca Chotuna es temida y respetada.
Otros monumentos arquitectonicos son: Las Pirámides, a 35 km al norte de Chiclayo que, posiblemente, fue construida por Callac, hijo de Nor, nieto de Ciún, descendiente de Nailamp, y cuyo nombre se debe al cacique Tumic. Estas piramides rodean al centro Purgatorio, La Pintada y el Loro; son de adobe, una de ellas llega a medir 453 m de largo, 107 m de ancho y 35 m de alto y aún pueden admirarse las pinturas con que fueron decoradas exteriormente.
Se mencionan tambien el Apurlec, en motupe y la zona de Batán Grande; todos estos conjuntos arquitectonicos sufrieron, despues, la influencia Chimu cuando fueron conquistados por este reino.